En Estados Unidos los bajos precios del petróleo han propiciado que el valor de la gasolina también disminuya, en nuestro país no sucede lo mismo, al contrario hemos sido testigos de continuas escaladas en el costo del litro de combustible.

 

Por más que se sigan ciertos consejos para disminuir el consumo de gasolina o que los fabricantes de automóviles desarrollen motores más eficientes es un hecho que nuestra dependencia por este combustible continuará a no ser que busquemos otras alternativas.

 

En el mercado automotor mexicano existen varias opciones que bien podríamos tener en cuenta, ejemplo de ello son los vehículos eléctricos que si bien es necesario invertir en energía eléctrica para moverlos, el costo es menor si se compara con un auto a gasolina.

 

Sin embargo el éxito de esta clase de vehículos por el momento se ve obstaculizada por el alto precio que hay que pagar por ellos y por las pocas estas estaciones de recarga que existen en todo el país. Sin duda habrá que esperar algunos años para que esta opción sea más barata y accesible. Pero quien no tiene esta serie de inconvenientes son los automóviles alimentados por gas natural.

 

Una de las ventajas de este combustible es que existen más estaciones de servcio, además de que es sumamente limpio si se compara con la gasolina pues no emite partículas sólidas a la atmosfera ni carbono.

 

Además, al ser distribuido por medio de tuberías, a diferencia de otros energéticos, evita la contaminación generada al ser transportados por medio de vehículos, la que se produce durante las operaciones de carga y descarga, sin olvidar el tráfico y contaminación que generan las unidades dedicadas a ese fin.

 

Una vez que se lleva a cabo la combustión por parte de un automóvil alimentado con gas natural se produce entre un 60 y 90 por ciento menos contaminación respecto a un vehículo que utiliza gasolina o diesel, al mismo tiempo los gases que producen el calentamiento global se reducen entre un 30 y 40 por ciento.

 

A pesar de estas ventajas, ninguna marca en nuestro país ofrece entre su portafolio de productos un automóvil a pasajeros que sea alimentado por gas natural. Si se desea que nuestro vehículo funcione con este combustible es necesario hacer una conversión en el motor. Una de las ventajas al hacer esta adecuación en la máquina del vehículo, en es quedará en forma dual, esto significa que siempre tendrá la opción de usar gasolina en caso de ser necesario.

 

En este caso se aconseja utilizar el vehículo por lo menos cinco minutos al día con su combustible original, para evitar la resequedad de los tubos y mangueras, la formación de goma en los inyectores y resequedad en la bomba de combustible, además de cualquier riesgo de daños debido a la falta de lubricación. Estas son algunas de la ventajas que implica tener un automóvil accionado por gas natural.