ABUJA. Al menos 10 personas murieron hoy y otras 32 resultaron heridas, muchos de ellos graves, en un atentado suicida contra una concurrida estación de autobuses de la ciudad de Damaturu, capital del estado de Yobe, en el noreste de Nigeria.

 

El atentado fue perpetrado por una mujer, quien se dirigió hasta el área de salidas de la estación de autobuses, hasta una pequeña tienda situada la final del estacionamiento, donde decenas de personas esperaban para abordar, informaron fuentes oficiales.

 

La mujer se mezcló entre la muchedumbre que se encontraba fuera de la tienda y se hizo estallar, comentó un comerciante, que resultó levemente herido por la detonación de la carga explosiva.

 

Marcos Danladi, comisionado de la Policía de Yobe, confirmó el fallecimiento instantáneo de 10 personas, entre ellas la atacante suicida, cuya identidad no se ha podido precisar, según un reporte de la televisión Al Arabiya.

 

“Otras 32 personas resultaron heridas, muchas de ellas graves, por lo que es muy probable que aumente el número de víctima”, destacó Danladi.

 

De acuerdo con el reporte de la televisora qatarí, la zona ha sido atacada en numerosas ocasiones en el pasado, aunque la agresión de este domingo es la más grave.

 

Testigos dijeron que la agresora entró en la estación de autobuses en un vehículo, se bajó y se dirigió hacia una pequeña tienda de comestibles en el extremo de la terminal para perpetrar el atentado.

 

Según el testimonio del dueño de otra tienda de la estación de autobuses de Damaturu, una multitud furiosa impidió a trabajadores de emergencia que recogieran los restos de la atacante suicida. “Reunieron las partes del cuerpo y les prendieron fuego”, dijo.

 

Aunque hasta ahora nadie se ha adjudicado la responsabilidad del ataque, las autoridades locales consideraron que no hay duda de que lleva el sello del grupo armado Boko Haram, que ha perpetrado varios ataques similares en la zona.

 

Boko Haram, que en lengua husa significa “La educación occidental es un pecado”, ha aterrorizado el norte de Nigeria desde 2009, perpetrando un sinnúmero de ataques contra la policía, escuelas, iglesias y civiles, además de bombardear varios edificios del gobierno.

 

El año pasado, unas tres mil 500 personas murieron en múltiples ataques perpetrados por el grupo extremista, que según datos del gobierno nigeriano ha asesinado a unas 13 mil personas y herido a otras ocho mil en los últimos cinco años.

 

GH