A Freyeisen le llamaba mucho la atención la moda tan particular, que tal vez sin querer, adoptaban los habitantes de esa ciudad, a diferencia de la solemnidad de los parisinos. Un día Géraldine se encontró a su paso con un hombre de edad adulta quien por medio de palabrerío comentó que las fotografías lo hacían feliz y que hace mucho tiempo nadie le tomaba una, así que le pidió a Géraldine su dirección de correo electrónico para después hacerle llegar una canción escrita por él mismo. A continuación un pedazo del mensaje que Géraldine recibió.
Una mañana recibí un correo electrónico de Lansing, uno de los hombre más dulces que he conocido. Me proponía que a cambio de la foto que tomé de él, él me enviaba la letra de una canción que él escribió. “Gracias por la foto. Siempre recordaré el momento en que me la tomó con cariño. Creo que te dije que era un escritor de canciones y aquí está una de ellas; se llama “Ha Just Begun”
Cada mañana me levanto, busco la mirada en tus ojos para ver el sol. A través de buenos y malos momentos, tomamos todos los días, uno por uno. Y después de todo este tiempo, ¿por qué me siento todavía con un dolor en mi corazón cuando sonríes? Supongo que me siento, como si acabara de empezar. Sí me siento, como si acabara de empezar. Una y otra, y otra vez, me canta. El sonido de los latidos del corazón y la respiración se aferran a mí. Atrapado en la marea de este amor que me está tirando hacia abajo. Corro y me escondo, tanto miedo me causa este lugar que he encontrado y prefiero huir de él. Todavía me tiro en el interior con una sonrisa. Con mucho gusto estoy atado. Recuerdo pequeñas cosas, como la celebración de su mano. Adulto tierno de mi corazón, no puedo entender, este no era el plan. Sí que me hiciste rindo. Ese no era el plan.
Esta es una canción para ti y tu novio. Te deseo lo mejor en la vida. Dios los bendiga.
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