WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostuvo que el mundo debe ofrecer “algo mejor” a los jóvenes para prevenir su radicalización, al anotar que la lucha contra el extremismo va más allá de la fuerza militar y es, en última instancia, “una batalla por los corazones y las mentes“.
Grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico (EI) “explotan la ira que se encona cuando las personas sienten que la injusticia y la corrupción les dejan sin posibilidad de mejorar sus vidas. El mundo tiene que ofrecer a los jóvenes de hoy algo mejor”, indicó Obama en una columna publicada este miércoles en el diario Los Angeles Times.
La columna precede al discurso que ofrecerá hoy Obama durante la Cumbre contra el Extremismo Violento organizada por la Casa Blanca.
“Los gobiernos que niegan los derechos humanos favorecen a los extremistas que afirman que la violencia es la única manera de lograr el cambio”, advirtió el Presidente.
Por ello, “los esfuerzos para contrarrestar el extremismo violento solo tendrán éxito si los ciudadanos pueden abordar sus quejas legítimas a través del proceso democrático y expresarse a través de sociedades civiles fuertes”, argumentó.
La fuerza militar por sí sola “no puede resolver” el problema del extremismo, según Obama, que enfatizó la necesidad de luchar no solo contra los “terroristas que matan a civiles inocentes”, sino también contra aquellos que “radicalizan, reclutan e incitan a otros a hacer lo mismo”.
La Casa Blanca no quiere que la cumbre esté dominada por el extremismo islamista y, en particular, por el EI, sino que el objetivo es un enfoque mucho más amplio y busca dialogar sobre las poblaciones más “vulnerables” a la radicalización y al reclutamiento tanto en EU como en otros países.
En esa línea, Obama condenó en su columna la violencia del EI, pero también la de los talibanes en Pakistán y la de la milicia somalí Al Shabab, entre otros ejemplos.
Asimismo, el presidente remarcó que Al Qaeda y el EI “promueven una interpretación distorsionada de la religión que es rechazada por la inmensa mayoría de los musulmanes del mundo”, además de “vender la mentira de que Estados Unidos está en guerra con el islam”.
Hoy, en el marco de la cumbre, la Casa Blanca acogerá varios paneles centrados en la prevención del extremismo entre mujeres, jóvenes y comunidades religiosas, antes de la intervención de Obama.
El jueves, la cumbre se trasladará al Departamento de Estado, donde Obama volverá a intervenir y también lo hará el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ante representantes de 60 países, entre ellos España.
Al abrir la cumbre este martes, el vicepresidente de EU, Joseph Biden, destacó la importancia de fomentar la integración e inclusión de las comunidades de inmigrantes para evitar la radicalización, especialmente de sus jóvenes.
A juicio de Biden, Estados Unidos no tiene “todas las respuestas” para atajar el extremismo violento pero sí más experiencia que Europa, reciente blanco de los radicales, en cuanto a la acogida e integración de grandes cantidades de inmigrantes. DM