NUEVA YORK. Al dar vida en la pantalla al veterano de guerra Chris Kyle, quien es considerado como el más mortífero francotirador en la historia del ejército de Estados Unidos, Bradley Cooper asumió uno de los retos más importantes de su carrera, pues no sólo tuvo que subir de peso y músculos para interpretarlo, sino que además se aventura en el terreno de la producción.

 

Francotirador, dirigida por Clint Eastwood y que a la fecha ha recaudado más de 306 millones de dólares (por mucho la película más taquillera en la carrera del veterano cineasta), llega a las pantallas mexicanas con seis nominaciones al Oscar: Mejor Película, Mejor Actor (Cooper), Mejor Edición, Mejor Edición de Sonido, Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Guión Adaptado.

 

Gracias al filme, Cooper recibe su tercera nominación al Oscar en la categoría de actuación y primera como productor, lo cual lo tiene visiblemente entusiasmado, como se pudo notar en la conferencia de prensa que ofreció a medios internacionales en Nueva York, donde 24 HORAS estuvo presente. De entrada, Cooper dejo en claro que no se trata de una película política, sino de la historia de un hombre y sus circunstancias especiales.

 

“No es una película acerca de la Guerra de Irak, es acerca del horror de lo que tuvo que pasar un soldado como Chris Kyle, del dilema de eso y de la batalla tanto interna como con la familia. De eso es de lo que se trata el filme”, comentó.

 

“No es una película política para nada, es una película acerca de un hombre, el estudio de un personaje y hemos tenido el privilegio de contar la historia de este hombre. Lo que deseamos es que puedan tener los ojos abiertos a la lucha del soldado en lugar de las cosas específicas de la guerra”, agregó.

 

El filme apela al patriotismo estadounidense y a la manera en que el pueblo de esa nación ve a sus héroes de guerra.

 

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