La explosión de una bomba mató a dos personas e hirió a una decena más el domingo en la segunda ciudad más grande de Ucrania durante una marcha en el primer aniversario del derrocamiento del presidente pro ruso Viktor Yanukóvich, un fuerte golpe a las esperanzas creadas por un cese el fuego firmado hace más de una semana.
Un canje de prisioneros este fin de semana y el reconocimiento de ambas partes de un compromiso de retirar sus armas pesadas son señales prometedoras de que todavía es posible lograr la paz, aunque todavía no han cesado por completo los intercambios de hostilidades entre el gobierno y las fuerzas separatistas.
El Ministerio del Interior de Ucrania indicó que la explosión en una marcha en la ciudad oriental de Jarkiv para conmemorar el derrocamiento de Yanukóvich se debió a un “artefacto explosivo desconocido” y se consideraba un acto terrorista. Un policía fue uno de los fallecidos y una decena de personas resultaron lesionadas, de acuerdo con el Ministerio.
Markian Lubkivskiy, portavoz del servicio nacional de seguridad, dijo que cuatro sospechosos fueron arrestados por la explosión y por planear otros ataques. Agregó en un comunicado en su cuenta de Facebook que los sospechosos fueron detenidos mientras transportaban un lanzacohetes portátil en su vehículo, y parecían actuar bajo instrucciones de Rusia.
“Podemos ver claramente que el lanzacohetes fue recibido de (la ciudad rusa de) Belgorod. Las instrucciones las recibieron de la Federación Rusa”, dijo en declaraciones.
Lubkivskiy no especificó si estaba acusando a civiles en Rusia o al gobierno de Moscú, pero su tono ilustra el grado de desconfianza entre los dos países.
La violencia en Jarvik ocurre en momentos que Ucrania sigue sufriendo las consecuencias de las tensiones y el derramamiento de sangre debidos a la caída de Yanukóvich. El Parlamento ucraniano votó el 22 de febrero de 2014 a favor de expulsarlo del cargo tras meses de protestas cada vez más violentas en la capital, Kiev.
La península de Crimea, donde los habitantes consideraron su caída un golpe de Estado, fue anexada por Rusia un mes después.
A continuación, rebeldes armados opositores de las nuevas autoridades de Kiev se apoderaron de dos regiones fronterizas con Rusia, lo que dio lugar a una guerra en la que han muerto más de cinco mil 600 personas.
Un plan de paz con un cese el fuego y retiro de armamento pesado rige desde el 12 de febrero, pero las infracciones son frecuentes.
Ucrania planea empezar el retiro de armas pesadas del frente en las próximas horas, de acuerdo con el plan de paz, dijo sin entrar en detalles el vocero militar, coronel Andriy Lysenko.
El vocero rebelde Eduard Basurin dijo que el retiro se debe concretar entre el domingo y el 7 de marzo, pero no aclaró si los rebeldes lo habían iniciado. No hubo confirmación inmediata del inicio del retiro.
Los dos bandos deben retirar su artillería y cohetes a entre 25 y 70 kilómetros (15 a 43 millas) de la línea de conflicto y crear una zona de amortiguación de entre 50 y 140 kilómetros (31 y 87 millas).
La zona de amortiguación fue uno de los elementos principales del plan de paz elaborado en Minsk, Bielorrusia, por los líderes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia. Otras cláusulas incluyen el intercambio de todos los prisioneros de guerra. El sábado por la noche se intercambiaron 139 soldados ucranianos por 52 rebeldes. Se desconoce cuántos fueron en total ni cuándo habrá más intercambios.
Ucrania dijo que los separatistas respaldados por Rusia violaron el cese al fuego una decena de veces durante la noche e intentaron tomar por asalto un campamento militar. Lysenko señaló que un soldado murió y otros tres resultaron heridos durante la jornada.
El domingo al amanecer se escucharon explosiones en Donetsk, la ciudad principal en poder de los rebeldes, y un portal de internet rebelde informó que varios edificios sufrieron daños debido a disparos de artillería.