WASHINGTON. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu aseguró en 2012 que Irán tenía casi lista su bomba atómica. Sin embargo, nuevas filtraciones comprueban que Netanyahu mintió deliberadamente. El propio servicio de inteligencia israelí, Mossad, sostenía lo contrario.
La agencia de Inteligencia de Israel, reconoció ese mismo año que Irán no estaba llevando a cabo la “actividad necesaria para producir armamento”.
En septiembre de 2012, Netanyahu proclamó en la ONU que si Irán continuaba a sus ritmos actuales de enriquecimiento de uranio, podría llegar a la “última fase” antes del verano de 2013. “A partir de ahí, sólo pasarían meses, posiblemente semanas antes de que consiguiese suficiente uranio enriquecido para la primera bomba”, advirtió.
El primer ministro de Israel mostró el dibujo de una bomba en la que marcó en rojo la línea del 90 por ciento, el nivel de enriquecimiento que haría falta para el desarrollo de armamento atómico.
Sin embargo, un documento elaborado por el Mossad antes del discurso de Netanyahu y enviado en octubre a la Inteligencia de Sudáfrica desmiente la versión oficial del gobierno. Según este texto, de carácter secreto pero filtrado a Al Yazira y The Guardian, Irán no estaba desarrollando “la actividad necesaria para producir armamento”.
El Mossad admite que Irán “no parece estar preparado” para enriquecer uranio a un nivel del 90 por ciento y calcula que tendría “unos 100 kilos de material enriquecido al 20 por ciento”. No obstante, también advierte de que el régimen de los ayatolás estaría avanzando en “áreas que parecen legítimas” para “reducir el tiempo necesario para producir armas una vez que se dé la orden”.
El documento forma parte de un nuevo paquete de filtraciones de cientos de dosieres relativos a comunicaciones secretas, principalmente entre los servicios de Inteligencia de Sudáfrica con autoridades de otros países.
Un alto cargo del gobierno israelí ha alegado, en declaraciones a The Guardian, que no hay ninguna contradicción entre las alertas de Netanyahu y el contenido “supuestamente de la Inteligencia israelí, ya que ambos coinciden en que Irán está produciendo uranio con el fin último de fabricar armas.
Las revelaciones se dieron al tiempo que Israel y EU sostienen una tensa relación de cara al planeado discurso de Netanyahu ante el Congreso norteamericano.
Hamás
Otros documentos filtrados por esos dos medios también relevan que la CIA trató de obtener acceso con la organización terrorista Hamás pese a la prohibición del gobierno de Estados Unidos. Los documentos sugieren que la inteligencia estadunidense “ha estado ansiosa por hacer incursiones con Hamás, o reclutar agentes, dentro de la franja de Gaza”.
A pesar de la prohibición oficial, un oficial de la CIA habría discutido en 20012 en Jerusalén con un agente de inteligencia de Sudáfrica la posibilidad de mantener contacto con Hamás en 2012, según los documentos. (Desde el fin del apartheid, Sudáfrica ha tenido fuertes relaciones con las organizaciones palestinas Fatah y Hamás, aunque la Autoridad Palestina ha expresado su desaprobación a Hamás.)
La legislación estadunidense que regula lo que la CIA puede y no puede hacer es compleja. La agencia tiene prohibido proporcionar apoyo material a una entidad terrorista, pero sería parte de su trabajo tratar de contratar a una persona dentro de una organización para fines anti terroristas.
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