Si hay un sector que está impulsando la economía es precisamente el de la tecnología. Pero todavía aún más podemos señalar que es el sector salud el que se está beneficiando de este impulso tecnológico. En anteriores ocasiones he abordado el tema de cómo las aplicaciones, los wereables y el gamification están contribuyendo al monitoreo de la salud.
La forma de medir las variables biológicas del cuerpo humano está cambiando muy rápidamente. Los weareables, pulseras, relojes u otros dispositivos están ocupando los cuerpos de personas que desean cuantificar su ejercicio físico para controlar su salud con una determinada regularidad.
Por ello, el sector del deporte está enhorabuena ya que hoy más que nunca está facturando interesantes beneficios: el mercado deportivo, las exportaciones de material deportivo, las tiendas deportivas, el turismo deportivo, los gimnasios y la venta de bicicletas y aparatos de gimnasio son el claro ejemplo de un sector en auge. Los efectos tan interesantes de estos wereables se reflejan en lo que se está denominando la cardioawareness, o lo que es lo mismo, la cardioconsciencia.
Y es que ahora somos conscientes de llevar encima un aparato que monitorea de manera constante el ritmo cardíaco, y esto afecta nuestra forma de vivir la salud y el ejercicio. Es lo que se ha denominado el yo cuantificado, que en sus inicios se basaba en dispositivos primitivos que recogían variables lúdicas relacionadas con el bienestar y salud física, pero que cada vez más aumentaN su radio de acción. Se trata de cuantificar todo lo que realizamos a lo largo del día, creando una especie de línea del tiempo que pueda analizarse con herramientas estadísticas. En definitiva, es una especie de registro de vida digital muy completo, en el que el usuario en ocasiones participa de forma activa y consciente, pero otras veces, sin que tenga que hacer nada.
Existen otro tipo de wereables, como el sistema Rempark, que es un cinturón que tiene una unidad del tamaño de un celular, y con una serie de sensores que determinan la fase del paciente de Parkinson en cada momento, ya que identifica con los movimientos los parámetros de la enfermedad. Este sistema, por tanto, es capaz de evaluar la fase en que se encuentra el paciente día a día.
Esta monitorización en tiempo real es fundamental en esta enfermedad ya que el estado motor del paciente cambia mucho en un mismo día, facilitando así el tratamiento personalizado de los pacientes. Además, este cinturón no sólo monitorea sino que actúa, puesto que incluye tanto estimuladores sensoriales auditivos como de estimulación eléctrica, que después de haber recibido los datos de la unidad, es capaz de realizar una estimulación auditiva en un auricular inalámbrico que saquen a un paciente bloqueado e inmóvil cuando hay un nivel bajo del medicamento. Además, el cinturón está conectado a un servidor central que recoge los datos para almacenarlos y analizarlos con el objetivo de conocer la evolución del paciente.
Hoy en día cada vez hay más personas que cuantifican su vida recopilando información sobre sus hábitos cotidianos con el uso de gadgets y de más de 500 herramientas específicas para ellos. Y también hay una vertiente del yo cuantificado que busca el lado más psicológico, ya que recopila información sobre el estado de ánimo y felicidad, entre otros datos.
También se puede añadir a nuestro registro de vida información sobre el entorno como temperatura exterior, humedad, altitud, contaminación, y presencia de polen en el ambiente. Además, es posible registrar captura de video y fotos, llamadas de celular, incluyendo mensajería, correo electrónico y redes sociales, música, juegos, compras, consumo de energía en el hogar, sitios web por los que se navega, y mucho más.
El yo cuantificado es una nueva forma de entender la vida como algo digital. Este movimiento lleva ya varios años, en concreto desde 2007, cuando en la revista Wired lo popularizaran Gary Wolf y Kevin Kelly, siendo hoy en día una de las tendencias más relevantes sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas. Con estos wereables, la pregunta está en si verdaderamente queremos tener constantemente este tipo de información en nuestras manos. Para unos será curiosidad, pero para otros, una excesiva preocupación.