MOSCÚ. El presidente ruso, Vladímir Putin, confirmó que el monopolio gasístico ruso Gazprom cerrará en tres días el grifo del gas a Ucrania si el Ejecutivo de Kiev no abona por adelantado su consumo previsto para el mes de marzo.

 

«Lo que ya ha abonado la parte ucraniana da para tres o cuatro días de suministro. Si no hay prepago, Gazprom cortará el suministro en virtud del contrato», advirtió Putin, que reconoció que la medida «puede crear cierta amenaza para el tránsito (del gas) a Europa».

 

La advertencia se produce en medio de la disputa sobre a quién facturar los suministros directos de Gazprom a los territorios del este de Ucrania controlados por los separatistas, iniciados el pasado día 19 después de que Kiev cortara el gas a esas regiones.

 

Kiev se niega a pagar por ese gas argumentando que no puede controlar ni los volúmenes ni el uso que le dan los sublevados.

 

Por otro lado, el presidente ruso afirmó hoy que el corte de suministro de energía por parte del Gobierno de Kiev a las regiones rebeldes prorrusas de Donetsk y Lugansk «huele a genocidio».

 

«Por si no bastara con que allí (en Donetsk y Lugansk) se pasa hambre y con que la OSCE haya constatado que hay una catástrofe humanitaria, encima les cortan el gas. ¿Cómo se llama eso? Eso ya huele a genocidio», dijo Putin en conferencia de prensa tras reunirse con su colega de Chipre, Nikos Anastasiadis.

 

El jefe del Kremlin recordó que, además de las milicias rebeldes, en los territorios rebeldes también viven «niños, mujeres y ancianos (…) que nada tienen que ver con el conflicto».

 

Putin añadió que los acuerdos de paz de Minsk firmados el pasado 12 de febrero obligan a las autoridades ucranianas a garantizar el suministro de energía a los territorios controlados por los separatistas.

 

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