México Evalúa y México ¿Cómo vamos? son dos organizaciones civiles de investigación –conocidas como ‘think tanks’- que han hecho en los últimos años una estupenda labor de seguimiento y medición del desempeño de la economía y de las políticas públicas en torno al desarrollo económico.

 

Han buscado –con éxito- sembrar un puñado de indicadores que le permitan a los ciudadanos evaluar sistemática y periódicamente los resultados a los que se han comprometido los gobiernos –federal y locales- así como objetivos razonables para la economía mexicana, según los expertos.

 

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Es decir, alejándose de la retórica discursiva aquí se trata de evaluar resultados y nada más.

 

Concretamente México ¿Cómo vamos? confeccionó un ‘semáforo económico nacional’ que incluyen 13 de las variables económicas más relevantes a ser medidas: crecimiento económico, empleo formal, inflación, inversión, productividad, competencia, competitividad, fomento a las exportaciones, contenido nacional, pobreza laboral, estado de derecho, acceso al capital, y deuda pública.

 

Ayer Viridiana Ríos, su directora general, dio a conocer el estado de este semáforo a finales de 2014 y los resultados –si bien ya esperados- no dejaron de llamar la atención por describir una amplia mediocridad en el panorama macroeconómico del país.

 

Prácticamente el semáforo económico nacional se tiñó de rojo. El 62% de las variables empeoraron y el 28% restante se encuentran en luz preventiva amarilla. Ninguna variable evaluada mostró una luz verde, de plenamente satisfactoria por haber alcanzado su objetivo.

 

Rubros como crecimiento económico, pobreza laboral, estado de derecho, productividad o deuda pública son preocupantes por el rezago que siguen mostrando respecto de las metas propuestas y ninguna de ellas parece estar encaminada en el corto plazo a mostrar algún avance sustantivo.

 

Qué bueno que ahora tenemos en México organizaciones civiles que se dediquen a realizar este trabajo de analizar y evaluar consistentemente las políticas públicas de los gobiernos y con ello exhibir y presionar al poder político para forzarlo a tomar decisiones concretas. Ésa es una buena noticia.

 

Pero un semáforo con la mayoría de sus variables económicas en rojo, como el que ahora presenta México ¿Cómo vamos?, solo muestra que se necesita mucha más exigencia de la sociedad civil para superar los evidentes rezagos en temas tan sensibles y lacerantes como la pobreza, el estado de derecho o la informalidad.

 

La pregunta es ¿cómo? porque los partidos políticos en el Congreso no han dado muestras de estar dispuestos a cambiar esta realidad, mientras que el gobierno federal parece seguir encerrado en su burbuja alejado de la realidad.

 

¡QUÉ CAÍDA EN LA INVERSIÓN!

 

Las nuevas inversiones extranjeras directas reportada en 2014 fue la cifra más baja desde 1999, año en el que comienza la serie histórica de IED que ofrece la Secretaría de Economía en su portal. Si bien la reinversión de utilidades de las empresas extranjeras asentadas en el país -por 12,769 millones de dólares- fue la que empujó a la IED a más de 22 mil millones de dólares en el año; en realidad las nuevas inversiones apenas si superaron los 4,200 millones de dólares, es decir, en su mínima expresión histórica. Un asunto preocupante porque revela que México ha perdido capacidad de atracción de nuevas inversiones.