La escritora española Lolita Bosch ha reunido en un libro las voces de 45 personas que conviven con la violencia en México para que no queden en el olvido y sean testigos de una época por la que, en su opinión, tendrán que rendir cuentas sus responsables políticos.
“Yo creo que tenemos que ser testigos. Pienso mucho en la transición (de la dictadura a la democracia) española, yo creo que si viniera un Gobierno y nos dijera ¿están dispuestos a olvidar el nombre de las víctimas a cambio de la paz?, México diría que no”, dijo en una entrevista con EFE.
Lolita Bosch ha vivido gran parte de su vida en México y se siente tan mexicana que las heridas del país le duelen como a una ciudadana más, especialmente las surgidas tras la guerra contra el narcotráfico emprendida por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
Y es que, según cifras oficiales, unas 70.000 personas perdieron la vida en acciones vinculadas con el crimen organizado durante el Gobierno anterior.
Ante la gravedad de la situación -que no ha cambiado con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, aunque se trate de “silenciar” o “sacar de la conciencia la palabra guerra”-, Bosch piensa que esto “no se puede solucionar con una transición”.
“Es demasiado, una transición no basta, como sucedió en España. En este país hemos visto un camión de patatas fritas con tres cerebros desecados, hemos visto hombres sin rostro y la piel se la han puesto a una pelota al costado, hemos visto a sicarios que usan niños como escudos en Ciudad Juárez…”, apuntó.
Ha llegado al punto que se han superado “los muertos de las 3 dictaduras de Sudamérica juntas”; “hemos rebasado la expectativa de una paz pactada” y si la hay sería “una paz mafiosa”, dijo.
Una paz “donde los narcos tengan su tajada, y cuando digo narcos son el triunvirato: poder político, poder empresarial y narcotráfico. Si pactan va haber una paz, pero no una paz real que solo llegará si se rinden cuentas”, agregó.
Así, ante esta imposibilidad de pasar página, Bosch opina que México tendrá que juzgar a los responsables, sentarse y dejar claro “quién ha muerto y quién lo ha hecho y el que lo haya hecho nos tiene que dar razón”.
“Calderón nos debe una explicación, como país, (…) y nos la va a dar, no se cuándo, ni dónde, ni cómo, pero nos la va a dar, estoy segura de esto porque el grado de tristeza (de los mexicanos) es demasiado”, señaló.
Pese a que en su origen Bosch es novelista, el dolor que siente la ha llevado a escribir en los últimos años varios libros sobre el tema de la violencia, como el recientemente publicado “45 voces contra la barbarie”.
En él recopila 44 entrevistas (la voz 45 es la suya propia) con víctimas y familiares de la violencia, con activistas, periodistas y expertos que debaten sobre temas como el dolor, la esperanza y la indiferencia. Todo para que cuando llegue el día de la rendición de cuentas, explicó, esas voces no se hayan perdido en el camino.
De entre todas las entrevistas hechas por Bosch, quien hace un lustro dirige una asociación por la paz llamada Nuestra Aparente Rendición, hay dos que trae “clavadas” por todo lo que le hicieron reflexionar.
La primera, la del activista Daniel Gershenson, defensor de los derechos del consumidor, quien considera que igual que se hacen demandas como consumidores, tendrían que hacerse demandas como ciudadanos.
“Podemos ir al Estado y decirles, oigan, ustedes prometieron protegernos y por lo tanto queremos protestar, que es una solución entre muy capitalista y muy de izquierda, pero podemos porque ustedes no nos cumplieron y por lo tanto nos deben”, apuntó.
Y la otra, la que más le llegó al corazón, la de Julián Lebarón, quien vivió el secuestro y asesinato de su hermano, de su cuñado, de su tío y de dos amigos.
El ahora activista del estado de Chihuahua le contó a la escritora que, a pesar de lo brutal de todo lo que ha atravesado, sigue pensando que “México hoy puede ser un ejemplo de cómo salir de una crisis” a base de “amor y voluntad de pacifismo”.
“Yo creo que sí, que México tiene una oportunidad de hacer las cosas muy bien hechas, eso me dijo Julián Lebarón y me hizo pensar mucho y me parece increíble que alguien que ha padecido tanto, esté dispuesto a querer tanto, a mí eso me parece impresionante”, finalizó.