Entre halagos del presidente Enrique Peña Nieto y sin referirse al caso Ayotzinapa, Jesús Murillo tomó posesión este viernes como titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

 

El abogado encabezó esa investigación como “no se había hecho otra en tiempos recientes”, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto, quien solo tuvo halagos para Murillo, pese a que fue él mismo quien decidió sacarlo de su anterior cargo, según confirmaron a EFE fuentes oficiales.

 

El jefe del Ejecutivo dijo durante la ceremonia de toma de protesta en la residencia presidencial de Los Pinos, tener solo sentimientos “de gratitud” para “un entrañable amigo”, “leal”, “eficaz” y “con gran responsabilidad política”.

 

El abogado oriundo del central estado de Hidalgo, quien asumió las riendas de la Procuraduría General de la República (PGR) desde el inicio del actual mandato, deja el cargo sin cerrar el caso más importante de los últimos años y por el cual ha recibido muchas críticas.

 

Se trata de la investigación de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa hace cinco meses en la ciudad de Iguala, en Guerrero, a manos de policías corruptos y miembros del crimen organizado.

 

Pese a la relevancia de este caso en su trayectoria, Murillo no hizo hoy referencia al mismo en su discurso de toma de protesta, en el que solo habló sobre los desafíos de su nuevo cargo, con un rostro sonriente y una voz mucho menos agresiva que en sus últimas comparecencias.

 

“Desde que esta secretaría se empezó a diseñar me parecía algo importantísimo para el país”, dijo Murillo, quien aseguró que su reto es “buscar la justicia” y hacer que los mexicanos tengan “una calidad de vida similar”, un hogar y oportunidades para todos porque todo el mundo tiene “derecho a ser feliz”.

 

En tanto, Peña Nieto envió al Senado su propuesta de Arely Gómez González para el cargo de titular de la Procuraduría General de la República (PGR).

 

La Cámara alta aprobó su salida de ese órgano para asumir la subprocuraduría de Asuntos Jurídicos e Internacionales de la PGR.

 

Gómez sustituyó en ese cargo a Mariana Benítez Tiburcio -quien renunció para contender a las elecciones legislativas del 7 de junio – desde la noche del jueves y quedó como encargada de la PGR a raíz de la renuncia de Murillo, añadió la fuente.

 

Desde que la PGR asumió la investigación de los hechos violentos del 26 de septiembre en Iguala, Murillo se colocó en el centro de la atención de una sociedad que, conmocionada por el caso, exigía respuestas.

 

En los últimos meses ofreció varias ruedas de prensa para informar de los avances de la investigación y en una de ellas, en noviembre pasado, cuando llevaba poco más de media hora de responder preguntas, soltó la frase “ya me cansé” y se retiró tras contestar una cuestión más.

 

El gesto fue entendido como un desprecio y se convirtió en el tema más comentado de las redes sociales, donde destacaron frases como #YaMeCansé “de los políticos inútiles y prepotentes”, “de los partidos que sólo velan por sus intereses” o “de la corrupción e impunidad, en el descomunal cementerio que se llama México”.

 

En su última comparecencia sobre el caso a finales de enero, Murillo dijo que tenía suficientes “pruebas científicas” para asegurar que los jóvenes fueron asesinados e incinerados por miembros del cártel de Guerreros Unidos.

 

Sin embargo, varias organizaciones expresaron sus dudas sobre esa versión, incluido el equipo de peritos argentinos que colaboran en la investigación a petición de los padres, opiniones que fueron tomadas con desagrado por la PGR.

 

En declaraciones a EFE, el vocero de los padres normalistas, Felipe de la Cruz, dijo que la salida de Murillo “no es un castigo”, sino que “le quitan una responsabilidad que ya no aguantaba” y “le dan el aliviane de esa manera, creyendo que nosotros vamos a dejar que quede en la impunidad”.

 

“Es una estrategia del Gobierno, entonces, para esquivar la responsabilidad que este tiene en la cuestión del teatro armado para hacer creer a la sociedad de que los muchachos han sido asesinados en la ciudad de Cocula”, agregó.

 

De la Cruz destacó que esta salida coincide con la llegada de los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que arribarán en los próximos días a México para estudiar las posibles irregularidades en la investigación del caso.