Mientras que las marcas asiáticas como Samsung, LG y Huawei gastan millones de euros en Barcelona para hacer que sus nuevos teléfonos, pulseras o relojes sean promocionados gratuitamente en las páginas de los principales diarios y portales de internet como si fueran la gran noticia que cambiará al mundo, muchos nos preguntamos si realmente presentarán algo nuevo.

 

Desde este domingo se lleva a cabo el Mobile World Congress en Barcelona, la feria de tecnología en donde se presentan los principales desarrollos del mundo de la telefonía móvil y las telecomunicaciones. Es un show lleno de sorpresas y personajes interesantes, pero la invitada principal, me refiero a la innovación, se asoma muy tímidamente.

 

Samsung

 

Por ejemplo, este domingo, el portal de The Wall Street Journal tenía dos notas de tecnología destacadas, las dos sobre el nuevo Galaxy S6, la respuesta de Samsung al iPhone 6 de Apple, explicaba.

 

La reportera recuerda que si revisamos sus notas anteriores, nos daremos cuenta de que siempre se queja por el diseño y el software de los productos de la coreana. En esta ocasión, dice, no lo hará, pues considera que el cuerpo de aluminio y el Gorilla Glass de los nuevos dispositivos los hace ver mejor, menos corrientes o de baja calidad.

 

Lo cierto es que dentro de su reseña, y varias más que hallo en línea, es lo único que llama la atención. El diseño.

 

Debe de ser muy difícil que te encarguen hablar de un producto y tener que destacar cualidades que no tiene, es como inventar un comercial e invitar a la gente a comprar un teléfono, diciendo mentiras.

 

Cierto, el diseño de los productos de Samsung es cada vez mejor, pero en términos de tecnología, desde mi punto de vista, pocas cosas sorprenden. Ni qué decir de las otras marcas, que parece continúan el ritmo que Apple les marca, sin mucho éxito.

 

Aunque en los últimos meses vemos que la firma de Cupertino, desgraciadamente, también copia lo que más se vende, por ejemplo, teléfonos que semejan más una tablet que un dispositivo para hablar. Son esos telefonotes o phablets que no caben en la bolsa del pantalón y que yo, personalmente, no uso porque me estorban.

 

Pero no quiero hablar de mis preferencias, simplemente espero que durante el Mobile World Congress de Barcelona salga alguna nueva tecnología que realmente cambie al mundo.

 

Deseo que logren impactarnos con el nuevo objeto del deseo, una tecnología que todo el mundo quiera comprar, para cambiar su vida, más que para presumir que pueden comprarse la cajita de metal que todos portan.

 

Mi esperanza es que desde Barcelona nos digan que la nueva tecnología estará disponible pronto y que cambiará nuestra forma de interactuar, consumir y producir. Eso es lo que siempre estamos buscando los reporteros, la nota, la noticia, lo raro, lo diferente.

 

Yo personalmente no siento que mi corazón salte más rápido cuando me enseñan un teléfono o una computadora, pero cuando vi el primer iPhone me pregunté muchas cosas, igual que sucedió cuando vi la primera tablet y cuando observé que la realidad virtual era más real que nunca. Pero un teléfono más bonito me tiene sin cuidado.

 

Desde el Mobile World Congress espero que nos lleguen sorpresas importantes, más que comerciales disfrazados de periodismo.

 

Sin embargo, presiento que el discurso de Mark Zuckerberg será lo más memorable de esta reunión que se lleva a cabo en el Viejo Continente y que dominan las asiáticas con base en millones de euros de publicidad y ahora, mucho diseño. Puro diseño. Más florecitas y espejitos, que innovación.