BAGDAD. Por lo menos 11 personas murieron y más de 30 resultaron heridas en ataques lanzados el jueves por insurgentes en áreas civiles en la capital iraquí y suburbios, dijeron las autoridades. Simultáneamente, milicianos del grupo extremista Estado Islámico incendiaron pozos petroleros en el norte en su lucha contra las fuerzas del gobierno que intentan recuperar territorios.
Tres civiles murieron y 12 resultaron heridos cuando una bomba estalló en un mercado al aire libre en el suburbio de Nahrawan, dijo una fuente policial. Otra bomba que estalló al paso de una patrulla militar en el distrito nororiental de Rashdiya mató a tres soldados e hirió a siete, agregó.
Disparos de morteros hicieron impacto en un área residencial en el distrito sureño de Dora, con un saldo de dos civiles muertos y seis heridos, dijo otro policía. Y una explosión en un mercado en Mahmoudiyah, a 30 kilómetros (20 millas) al sur de Bagdad, dejó tres civiles muertos y siete heridos.
Funcionarios médicos confirmaron las cifras de bajas. Todos hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a hablar con la prensa.
Los ataques tuvieron lugar mientras las fuerzas del gobierno, milicias chiíes respaldadas por Irán y voluntarios suníes seguían combatiendo para recuperar terreno en torno de la ciudad de Tikrit, que cayó en manos de los extremistas de Estado Islámico en junio.
El jueves, los milicianos prendieron fuego a algunos pozos petroleros en los suburbios de Tikrit, dijo un funcionario petrolero con la condición de no ser nombrado por no estar autorizado a informar al respecto. Los incendios, que levantaron gruesas columnas de humo, procuraban oscurecer los blancos para dificultar los ataques aéreos del gobierno.
El yacimiento petrolífero de Ajeel, a 35 kilómetros (22 millas) al nordeste de Tikrit, fue uno de por lo menos cuatro yacimientos capturados por los milicianos para vender crudo a los contrabandistas a fin de financiar sus operaciones.
El general Abdul-Wahab al-Saadi, que dirige la campaña para recapturar Tikrit y sus suburbios, dijo a la televisión estatal que la combustión de los pozos “no nos afectará”.
OBO