En general, las mujeres tienen ahora una mayor participación en los puestos directivos de las empresas, sin embargo México está “a media tabla” en América Latina en este rubro y hace falta implementar programas más amplios para preparar a este sector para tomar las riendas de grandes empresas, consideró María del Carmen Bernal, directora del Centro de Investigación de la Mujer, del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa.
“Podemos decir que ya está habiendo un avance, si no muy significativo, pero sí ya se empieza a mostrar por lo menos en prácticas, en empresas, en centros de trabajo, el testimonio de mujeres que están evidenciando y haciendo diferentes a las empresas”, dijo en entrevista con este diario.
Para la investigadora, el papel cada vez más relevante de las mujeres obedece al reconocimiento que el mercado hace al talento de las mujeres, lo cual trae beneficios a la sociedad con un mayor crecimiento económico.
Las empresas se están dando cuenta que el considerar y el generar caminos de apertura y de avances para instruir a la mujer en la alta dirección no solamente es un tema de equidad, sino es un tema de negocio. “Las empresas están viendo que vale la pena apostar por el talento, y el talento no tiene género, pero en el caso de la mujer, por los roles que ha asumido a lo largo de la historia y hay muchas mujeres quieren seguir esos roles, pero también quieren hacer compatibles sus roles con un estilo de vida diferente”.
En el caso de México, señaló, hay muchas más iniciativas que apoyan principalmente a empresarias, es decir mujeres que por razones distintas quieren poner un negocio y eso las va llevando también a hacer más coparticipes de la mejora económica, generan empleo y además tienen una visón más integral, mucho más completa de sus empleados, de su empresa, eso tiene un impacto social mucho más positivo.
“De hecho me atreverá a decir que son un grupo más privilegiado en cuanto a que en México tienen un mayor apoyo, en cambio, las mujeres ejecutivas todavía no, ahí hay mucho por hacer”.
En Latinoamérica y el Caribe las mujeres aportan 41.6% del PIB. Luego, la tasa de mujeres que están emprendiendo en Latinoamérica es de 15%, y México califica como el cuarto país de América Latina en el entorno empresarial propicio para que las mujeres busquen empezar hacer crecer su negocio.
En cambio, en la alta dirección, a nivel ejecutivo, México está ocupando un sexto o séptimo lugar en comparación con los otros países latinoamericanos en promover el avance de mujeres hacia la alta dirección. ¿Eso qué nos refleja? Que a nivel empresa, directivo o ejecutivo, todavía hay mucho que trabajar.
Por regiones en el territorio nacional, Bernal señaló que el Bajío o Nuevo León son ejemplos relevantes donde se observa una mayor presencia de mujeres ejecutivas. Sin embargo, la mayor participación está en la Ciudad de México.
Respecto a la imposición de cuotas de género en el sector ejecutivo, consideró que son instrumentos, indicadores que hacen visible una realidad, pero este mecanismo surte efecto cuando va acompañado de un programa con visión global “donde no nada más es el número, sino qué voy a hacer para lograr aquello, tanto en el antes, en el momento y luego en el después”.
“No sólo se trata de imponer cuotas, se trata de preparar y de buscar tu mejor talento para luego ocupar esas posiciones.
Finalmente, dijo que la participación de la mujer en la economía en el caso de México sí está reduciendo considerablemente la pobreza de la familia y a la conformación de nuevos modelos socioeconómicos que están llevando, por ejemplo, a dar este tipo de iniciativas como el distintivo de Empresas Familiarmente Responsables, que está contribuyendo a que los centros de trabajo cambien su mentalidad en torno de que conviene tener mujeres en las posiciones directivas.
Entonces, ¿qué tanto ha incrementado el PIB o la productividad con la mayor participación de la mujer?
Sí ha contribuido, hay datos a nivel global, en el caso de México es más difícil decirlos. Ha habido un incremento de 66% en comparación del 42% que se manejaba en el 2007 por ejemplo, sí ha habido un incremento, pero en la medida de que ha habido un compromiso compartido de varios actores de la sociedad, y donde hay ese trabajo compartido o en equipo del gobierno, de la empresa, de la educación para que todos vayamos en la misma línea.
Crecen mujeres en mandos medios de la administración
El ascenso de las mujeres en la administración pública se ha dado en mandos medios, pues el 35.1% de los puestos directivos en gobierno son ocupados por mujeres, pero en cargos de mayor jerarquía el porcentaje es bajo, ya que en este momento no hay gobernadoras, sólo hay tres mujeres en el Gabinete federal y dos ministras en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Según datos del Instituto Nacional de las Mujeres, desde 2010 la presencia femenina en los puestos directivos de la administración pública ha venido creciendo año con año, pues comenzó con 29.9% para llegar a 35.1% en 2014.
Si se trata de cargos de elección popular, las mujeres son el 39% de los puestos legislativos federales al sumar 251 curules del Congreso de la Unión. El 41.2% de las diputaciones federales y el 35.1% de las senadurías son ocupadas por ellas.
Los Cabildos son otros espacios donde las mujeres han ganado terreno, pues de 2010 a 2014, pasaron de ser el 32.6% al 38.2% las regidoras, mientras que en el cargo de síndicas aumentaron del 18.7% al 29.2% en el mismo periodo.
Donde hay rezago en presencia femenina es en las alcaldías. De los dos mil 417 municipios que tiene México, sólo el 6.8% es dirigido por una mujer, cifra similar a 2010 cuando eran 5.3%.