LOS ÁNGELES. Han pasado más de 40 años desde que el hombre pisó la superficie lunar por última vez, pero la sed de conquista espacial recobra fuerza con el proyecto Mars One, la primera misión tripulada a Marte que pretende crear una colonia con 24 astronautas y que podría contar con cuatro hispanos de Estados Unidos.
La mexicana Yari Rodríguez, la boliviana Zaskia Elena Andrea y los españoles Pablo Martínez y Ángel Jane son los únicos hispanohablantes que se han colado entre los 100 finalistas, tras sobrevivir a un proceso eliminatorio con más de 200 mil aspirantes para sumarse a este proyecto.
En la recta final del proceso de selección, los finalistas pasarán exámenes físicos, psicológicos y pruebas de aislamiento y afinidad social, para determinar quién podría aguantar mejor las condiciones y temperaturas extremas de Marte, que oscilan entre 20 y menos 153 grados centígrados.
“El único motivo por el que la NASA no va a Marte es porque el regreso sería muy costoso”, asegura Yari Rodríguez, quien destaca que “para ir a Marte la tecnología existe y sólo hay que juntar el dinero, el equipo y entrenar a la tripulación”.
Para financiar el costoso proyecto, cuyo presupuesto asciende a unos 6 mil millones de dólares, la organización con sede en Holanda Mars One, televisará las pruebas de selección por medio de un “reality de TV”, entre otras acciones.
La envergadura de esta apuesta, que implica miles de millones de dólares de inversión privada, ha llevado a muchos a expresar su descrédito sobre el éxito del proyecto, que pretende llevar su primer equipo de astronautas a Marte en 2025, tras años de entrenamiento y siete meses de viaje espacial.
Uno de ellos es el astrofísico y presentador de televisión Neil deGrasse Tyson, quien ayer en una entrevista al medio Business Insider señaló que las compañías privadas no lideran un camino como este cuando la inversión es tan alta.
“Los Gobiernos son los primeros que hacen grandes y costosos proyectos que no tiene un obvio e inmediato retorno de inversión. Los Gobiernos pueden tomar esos riesgos, por tanto los Gobiernos van a Marte”, afirmó Tyson.
Para el astrofísico, nadie va a invertir en una compañía que planea una misión con un alto riesgo de muerte y de pérdida de millones de dólares. “No veo un modelo de negocio que sustente viajes a Marte”, a menos que sean financiados por la NASA, recalcó.
Controversias al margen, y a pesar de que de acuerdo al proyecto planteado ninguno de los tripulantes regresaría a la Tierra, para los intrépidos aspirantes a colonizadores marcianos, vivir en un planeta inhóspito es una oportunidad que no quieren dejar pasar.
A pesar de que la organización no ha confirmado una fecha para la selección final de los 24 tripulantes, a falta de cerrar acuerdos con canales de televisión para la emisión del programa, se espera que se de a conocer la lista final hacia fines de este año.