WASHINGTON. Cientos de estudiantes marcharon hoy por las calles de Madison (Wisconsin, EU) hasta la sede del Gobierno local, en protesta por la muerte el pasado viernes de Tony Robinson, un joven negro desarmado, por disparos hechos por un policía.
Los manifestantes caminaron de forma pacífica con una pancarta blanca con la consigna “Black Lives Matter” (“La vida de los negros importa”), una reivindicación que surgió el pasado verano tras la muerte de Eric Garner, en Nueva York, y Michael Brown, en Ferguson (Misuri), por disparos de policías.
Los estudiantes dejaron las clases para llenar la entrada y el primer piso del capitolio estatal, donde gritaron “Todos somos Tony Robinson” y reclamaron justicia, al igual que han hecho en las redes sociales con la etiqueta #TonyRobinson.
El jefe de la Policía de Madison (Wisconsin), Mike Koval, que durante el fin de semana visitó la casa de la familia de Robinson, pidió hoy disculpas por la muerte del joven.
“La reconciliación no puede comenzar sin que yo empiece diciendo ‘lo siento‘”, dijo Koval, en un mensaje en el blog del departamento de Policía, en el que deseó que, con el tiempo, la familia y los amigos de Tony “puedan encontrar en su corazón cierto grado de perdón”.
La muerte de este joven negro a manos de un agente se suma a la lista de sucesos de estas características que, tras la muerte en agosto del año pasado de Michael Brown, de 18 años, han situado la discriminación de la Policía hacia las minorías en la primera línea de debate en Estados Unidos.
En una rueda de prensa en nombre de la familia, Turin Carter, tío de Robinson, señaló que la labor de la policía “es necesaria y muchas veces sus actos son heroicos”, pero consideró que “algo tiene que cambiar”.
“Este es un problema más grande que Tony. Esto pone de relieve un tema universal con la aplicación de la ley”, dijo Carter, que señaló que su sobrino “ha cometido sus errores”, pero le describió como un chico “bueno, de buen corazón”.
Carter agradeció las muestras de apoyo y pidió a todos los que están participando en marchas y vigilias que lo hagan de forma pacífica.
“No solo la vida de los negros importa, todas las vidas importan”, subrayó Carter, que destacó la herencia multiracial de su sobrino, de padre negro y madre blanca.
El suceso ocurrió después de que la Policía recibiera avisos sobre el comportamiento sospechoso de Robinson en la calle, antes de que se dirigiera a un apartamento donde, según la versión policial, el joven tuvo un enfrentamiento físico con el agente.
El joven recibió un disparo del agente Matt Kenny, con 12 años de experiencia en el cuerpo de policía, al que se le ha dado un permiso administrativo mientras la División de Investigación Criminal investiga el caso.
La madre de Robinson, Andrea Irwin, aseguró en declaraciones a la cadena WKOW, filial de CNN, que su hijo era un joven “cariñoso” y dijo sentirse desconcertada por lo sucedido.
“Mi hijo nunca ha sido una persona violenta, nunca”, aseguró Irwin.
Robinson tenía antecedentes con la justicia y acaba de comenzar tres años de libertad condicional después de declararse culpable en octubre de robo a mano armada, según medios estadunidenses.
GH