Si una palabra puede describir lo que ha hecho la joven actriz británica Emma Watson desde septiembre del año pasado, cuando junto con la Organización de las Naciones Unidas lanzó la campaña #HeForShe, que busca la igualdad y equidad de género, sería la de brillante.

 

No en balde tiene más de 30 millones de seguidores en su página oficial de Facebook o casi 17 en Twitter, superando en varios millones a la otrora “feminista” por excelencia del mundo del espectáculo, Madonna.

 

Su éxito radica, básicamente, en su coherencia, pues más allá de haber sido una de las estrellas de la saga fílmica de Harry Potter, Emma tiene los pies bien puestos en el suelo y no ha dejado que la fama la deslumbre ni ha estado envuelta en escándalos, sino por el contrario, se ha dedicado a forjar una imagen limpia y sana que la ha llevado a ser Embajadora de la Buena Voluntad de la ONU, hablando en diversos foros internacionales acerca de la igualdad entre los géneros.

 

Ayer, en punto de las 11:00 horas, Emma Watson sostuvo una conversación que fue transmitida vía streaming en Facebook acerca del Día Internacional de la Mujer y de la iniciativa #HeForShe. Conducida por el presentador de radio y televisión Greg James, la sesión fue una charla más bien informal en la que Watson expresó varias de las ideas y puntos que la han convertido en, quizá, la más importante representante y luchadora por los derechos de la mujer en el mundo.

 

“Lo que he querido comunicar es que la igualdad de género, históricamente, ha sido predominantemente un movimiento femenino, para las mujeres. Pero creo que el impacto de la desigualdad de género también concierne a los hombres, y el cómo los afecta a ellos no ha sido señalado. Creo que en general la sociedad ha devaluado el “ella” y, como resultado, existe este desequilibrio que está impidiendo nuestro progreso, está generando discriminación, violencia, dolor y miedo en todo el mundo”, señaló Watson, quien agregó que hay que cambiar la idea de que las mujeres deben ser ayudadas por los hombres.

 

“No es suficiente que le digamos a los hombres que nos ayuden, tenemos que ayudarnos y apoyarnos entre nosotras mismas. Necesitamos entender que somos cómplices en esto”.

 

Todo inicia desde temprana edad 

 

Watson señaló que gran parte de esta desigualdad inicia por la manera como somos educados desde pequeños.

 

“Todo esto comienza desde la infancia, desde que te dicen qué es lo que puedes hacer y ser en la vida. Por ejemplo, acabo de leer un reporte de la BBC que señala el hecho de que en matemáticas, ciencias, ingeniería y otras carreras las chicas no pretenden sobresalir, y la razón que argumentan es que normalmente son carreras asociadas con hombres, y que si se dedican a ellas las hará menos atractivas. Hay que romper con ese mito”.

 

Señaló que la campaña #HeForShe va mucho más allá de hombres “salvando” mujeres.

 

“Esto no se trata acerca de hombres salvando mujeres, creo que es un malentendido y ha hecho mucho daño. Las mujeres estamos en ese club, estamos en él porque es nuestro movimiento. No es un club exclusivo de los hombres. Es un club de igualdad para ambos géneros”, dijo, al tiempo que señaló que hay que cambiar el significado que se le ha dado tradicionalmente a la palabra feminismo.

 

“Creo que la gente asocia la palabra feminismo con odio, con odio hacia los hombres, y eso es muy negativo. Creo que por eso muchas mujeres se muestran reacias a usar esa palabra, pero también creo que eso está cambiando, y es algo muy bueno. Ahora hay más hombres feministas que hace años, y la gente está comprendiendo más que se trata de igualdad, equidad tanto en lo personal como en lo político, lo social, lo económico”.

 

“Decir que eres feminista es decir que crees en la igualdad, y si crees en esa igualdad, entonces sí, eres un feminista”, aseveró.

 

Las amenazas la hicieron más fuerte

 

Acerca de su discurso de septiembre pasado en la ONU, Watson comentó que después del mismo recibió amenazas por parte de hombres que están en contra de su mensaje.

 

“No nos hemos dado cuenta de cuánta presión hemos puesto en los hombres acerca de lo que debe ser la masculinidad. Y esto los molesta. Después de que di el discurso en la ONU hubo un website que amenazó con publicar fotografías mías desnuda, y aunque yo sabía que obviamente todo era un engaño porque dichas fotos no existen, en menos de 12 horas recibí muchas amenazas por haber hablado de esto. Pero eso fue lo que me impulsó a decir que entonces estaba haciendo lo correcto, pues es algo que ocurre ahora mismo, con mujeres recibiendo amenazas en diferentes formas. Eso me hizo estar mucho más determinada, enojada, y me hizo repetirme que esto es justo lo que tenía que hacer. Así que si pretendían que me diera miedo o lo abandonara, el resultado fue exactamente lo contrario”.

 

Agregó que para ella los hombres tienen el mismo derecho a expresar sus sentimientos que las mujeres, pero que se les ha enseñado a no hacerlo.

 

“A mí me molesta mucho esta idea de que los hombres no lloran… ¿entonces cómo van a expresar lo que sienten? Ese concepto se le hace una de las ideas más tristes del mundo. Ese tipo de expresiones es lo que nos hace humanos, ser emotivo, apasionado, emocional. No es algo que te va a convertir en mujer, más bien te hace humano”.

 

Las mujeres deben tomar el liderazgo 

 

Uno de los puntos focales de la plática estuvo en el hecho de que no se trata tanto de igualdad sino de equidad, para tener un mejor balance en todos sentidos.

 

“Necesitamos el Ying y el Yang, necesitamos ese balance. Necesitamos más representación femenina, más liderazgos femeninos. Las mujeres tenemos muchísimas cosas que ofrecer, pues formamos parte de este mundo. Podemos lograr muchas cosas”, expresó.

 

“En Gran Bretaña, aunque tenemos la misma cantidad de mujeres estudiando que hombres, hay una alta deserción de las primeras. No hemos sido empujadas a tomar ese liderazgo, no hemos sido capaces de pasar de cierto punto. Necesitamos ser pioneras en ese sentido”, agregó, y puso como ejemplo el mundo del cine, donde hay muy pocas mujeres en puestos importantes como dirección o producción.

 

“En mi carrera hay mucha inequidad en ese sentido. Sólo 7% de los directores son mujeres. ¿Por qué no estamos contando historias de mujeres? ¿Por qué mujeres directoras no están contando nuestras historias? Hemos estado en una posición en la que parece que tenemos que pedir permiso para ser nosotras mismas, para tener nuestra propia voz. Tenemos que cambiar esa manera de pensar”.

 

 

Cualquier ayuda creará un cambio 

 

Watson también refirió que cualquiera que se quiera unir a la campaña no tiene por necesidad que hacer algo demasiado sobresaliente para poder lograr un cambio, sino que las pequeñas cosas ayudan en mucho.

 

“Creo que la gente se siente intimidada y cree que debe hacer algo grande, vistoso, pero no es así. Debe ser algo de todos los días, solamente el hacer algo. No importa si es hablar de este tema o tratar de cambiar la manera de pensar de otras personas. Puede ser cualquier cosa, aún la más pequeña, el más sencillo gesto puede ayudar”, sentenció, al tiempo que agregó:

 

“No puedes dejar que nadie te diga qué puedes lograr y qué no. Que nadie te diga qué es lo que puedes lograr, no lo permitas. Sé lo que quieras ser. Una de las cosas sorprendentes de las redes sociales es que no importa donde vivas o cómo es tu vida, puedes acceder a grupos de personas que piensan diferente y que te apoyan.

 

¿Caballerosidad o sexismo?

 

Finalmente, señaló que el feminismo no tiene que estar peleado con la caballerosidad, pues para muchas mujeres esto significa una actitud sexista.

 

“Amo que un hombre me abra la puerta, que me lleven a cenar. Se me hace algo muy amable. Pero la pregunta sería si a los hombres les gustaría o se sentirían mal si una mujer les abre la puerta. No debería ser así, no debería molestarles. Creo que este podría ser un mundo mejor si todos nos tratáramos de manera amable”.

 

Y concluyó: “Creo que la humanidad es como un gran pájaro que necesita de sus dos alas para poder volar, y cada uno de los géneros representa una de esas alas. Pero como humanidad no podemos volar ni llegar a grandes alturas a menos que ambos nos apoyemos los unos a los otros”.