El presidente Enrique Peña Nieto ordenó a seis secretarios que informen sobre los avances de implementación de las reformas estructurales, en un intento desesperado por demostrar a la sociedad y a la opinión pública que el rumbo es el correcto.
Al primero que mandaron al ruedo fue al secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien en su discurso-informe mencionó que a seis meses de que se promulgaron las leyes secundarias de la reforma energética, ésta avanza con eficacia.
La-men-ta-ble-men-te todo lo que dijo está nada más en el papel. Para no aburrir a los lectores con el discurso del funcionario, éste presentó un sumario de los principales avances.
Ya se aprobó el marco reglamentario de la reforma energética; se transformaron CFE y Pemex de organismos públicos descentralizados a empresas productivas del Estado; se crearon los nuevos organismos: ASEA, para la seguridad industrial y el medio ambiente en la exploración y explotación de hidrocarburos. El Cenace, para garantizar piso parejo en el acceso al sistema eléctrico nacional. El Cenagas, que garantizará el acceso no discriminado al Sistema Nacional de Gasoductos. Y el Fondo Mexicano del Petróleo que administrará la renta petrolera.
Se aprobó y está en oferta para los estudiantes, el Programa Estratégico para la Formación de Recursos Humanos en Materia Energética; se modernizó el Instituto Mexicano del Petróleo.
Ya se asignaron campos a Pemex en la Ronda Cero; Pemex inició la migración de los contratos CIEPS y COPS al nuevo régimen contractual; ya se publicaron la primera y segunda convocatoria de la Ronda Uno. La expansión de la red de gasoductos es una realidad; se superaron las alertas críticas de gas natural, se emitieron los lineamientos para los certificados de energías limpias; se publicaron los criterios de interconexión y las bases del mercado eléctrico mayorista. Ya hay reducciones en tarifas de electricidad y gas natural, y se inició el proceso de Ronda Cero de la geotermia.
Con estos primeros avances de la reforma, el secretario de Energía dijo que esperan una inversión estimada de 62 mil 500 millones de dólares en gasoductos, en la primera y segunda convocatoria de la Ronda Uno y en la generación y transmisión de electricidad del 2015 al 2018; una generación de más de 212 mil empleos totales en todo México (entre directos e indirectos).
El sector eléctrico aportará también a las inversiones que captará el país y a la generación de empleos, de manera significativa; en los próximos tres años esperamos inversiones por 23 mil 790 millones de dólares en la instalación de nuevas centrales de generación en todo el territorio nacional, tanto las de CFE como las de empresas privadas. También para los próximos cuatro años, se estima que se invertirán 4 mil 450 millones de dólares en la modernización y ampliación de la Red Nacional de Transmisión.
En materia de tarifas eléctricas, hay buenas noticias. La reducción de los precios de los productos petrolíferos, los buenos caudales de las hidroeléctricas que contamos en el país, los primeros avances de la conversión de plantas a ciclo combinado de gas empiezan a arrojar sus primeros resultados. Las tarifas industriales se han reducido en 18% en tarifa ordinaria, la comercial en 16%, la doméstica de alto consumo en 7.5% y la tarifa residencial en 2%. Y se anuló el ajuste mensual que tradicionalmente se hacía para que aumentaran 4% cada año. La tarifa de gas natural se redujo en 4%.
No faltan quienes opinan que esos avances significativos de la reforma energética a los que se refirió el secretario Coldwell, “ni se ven ni se sienten”, precisamente porque están en el papel. Bueno, ni las “buenas noticias” de la baja de las tarifas eléctricas y la cancelación del “gasolinazo mensual” se ha reflejado en los bolsillos.
Los optimistas opinan que algún día no muy lejano, veremos los resultados.