Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social, destacó que las reformas tienen el objetivo de eliminar la desigualdad.
En 2012 México era uno de los países con menor conectividad, 30 por ciento de la población, cuando el promedio de la OCDE era 70 por ciento.
Sólo 8.8 por ciento de las personas en pobreza estaban conectadas y 1 por ciento de las personas en extrema pobreza.
Ahora, 96 por ciento de los municipios del país tiene al menos un sitio para conectarse a internet y de estos 75 por ciento pertenece a la Cruzada contra el Hambre.
Gracias a esta reforma la capacidad de pago de un servicio de Telecom no será determinante para que un joven en pobreza no pueda competir.
10 millones de familias en condición de pobreza tendrán acceso a un televisor digital con miras al apagón analógico, subraya Robles.
No son beneficio a un número reducido de personas si no es trabajar en la inclusión.
Detrás de las reformas estructurales se gesta una profunda reforma social, concluye Robles. DM