Será a partir de la segunda mitad del año cuando los consumidores empezarán a sentir en el bolsillo el alza en el precio del dólar, con incrementos en los precios de los alimentos y la gasolina.

 

En la última semana, el dólar ha alcanzado su “máximo histórico” con respecto al peso en dos ocasiones: el martes llegó a 15.92 pesos por dólar y el lunes rebasó los 15.87 pesos.

 

Aunque pueda parecer lejano, los efectos de su volatilidad impactan directamente a los consumidores, explicó la economista, Leticia Armenta Freire, del Tecnológico de Monterrey.

 

El “golpe” más fuerte se sentirá a partir del segundo semestre del año. Esto ocurrirá porque la economía mexicana depende mucho de la importación de productos estadunidenses como granos y semillas para el campo, gasolinas y refacciones, por ejemplo.

 

“El aparato productivo tiene una alta dependencia de insumos que vienen de fuera. Al afectar el costo de producción de un conjunto amplio de bienes, el hecho de que se mantengan estos precios altos de la divisa en el mediano plazo va a provocar que esa alza de costos se traslade al consumidor como mayores precios”, explicó.

 

Sin embargo, quienes primero sentirán el alza del dólar frente al peso serán quienes planeaban salir al extranjero pues, al estar cotizados en dólares, sus viajes les terminarán saliendo más caros; lo mismo les ocurrirá a las personas que tengan cotizados sus seguros de ahorro en la moneda extranjera.

 

Lo que está ocurriendo es que el dólar “se está preciando” lo que quiere decir que cada vez tiene un mayor valor; por ello, cualquier moneda que se relacione con este perderá valor en la misma proporción. Este es un evento internacional y afecta no solamente al peso, sino a todas las divisas en el mundo como el euro.