WASHINGTON. El gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, pidió hoy a un tribunal en Nueva Orleans (Luisiana) que levante la suspensión temporal que pesa sobre sus medidas ejecutivas sobre migración y le permita aplicar el alivio migratorio en los estados que no le han demandado.

 

En un recurso de emergencia, el Ejecutivo solicitó la suspensión del fallo del juez federal de Texas Andrew Hanen, que hace un mes suspendió temporalmente las medidas migratorias a petición de 26 estados, liderados por Texas.

 

“Como mínimo, las medidas cautelares deberían ser suspendidas, bien con respecto a los estados que no son parte de esta demanda, bien en los estados demandantes que no sean Texas”, el único que argumentó en el recurso colectivo que sufriría daños por las medidas, según pide el Gobierno en su recurso.

 

De esta forma, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que ha interpuesto la denuncia en representación del Gobierno, da dos opciones al tribunal de Nueva Orleans, considerada una de los más conservadoras del país.

 

El DHS pide, en primer lugar, que permita aplicar el alivio migratorio en todos los estados, menos Texas, el único que argumentó en la demanda colectiva que sufriría daños económicos al tener que expedir licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados, que pasarían a tener derecho a esos carnés.

 

“Las quejas de Texas sobre daños financieros ignoran que la acción diferida y las autorizaciones de trabajo permitirán aumentar los ingresos fiscales del estado, donde ya trabajan extranjeros de manera ilegal”, argumenta el Gobierno.

 

De hecho, en su recurso, el Ejecutivo estima que, gracias al alivio migratorio, Texas podría recaudar 338 millones de dólares a través de impuestos en cinco años.

 

La otra alternativa que el Gobierno ofrece al tribunal para que se posicione en su favor, también se dirige a la aplicación parcial de las medidas migratorias.

 

Pide a la corte que le deje aplicar las medidas migratorias en los otros 24 estados que no han pedido por la vía legal la suspensión de las medidas migratorias.

 

“Ningún estado ha sufrido un prejuicio irreparable e incluso si el demandante tenía una lesión irreparable, un requerimiento judicial a nivel nacional es manifiestamente excesivo, cuando otros estados podrían beneficiarse de las medidas cuestionadas”, argumenta el gobierno.

 

Con este recurso de urgencia, el Gobierno quiere tumbar el fallo que el juez federal de Texas dictó el pasado 16 de febrero, lo que impidió la entrada en vigor de la primera fase del alivio migratorio destinado a los jóvenes indocumentados.

 

Obama tomó la decisión de actuar unilateralmente en inmigración tras las elecciones legislativas del pasado noviembre, ante la incapacidad del Congreso para llegar a un acuerdo sobre una reforma migratoria integral.

 

Sus medidas buscan evitar que cerca de 5 millones de inmigrantes indocumentados que cumplan ciertos requisitos sean deportados a sus países de origen, al tiempo que priorizan la expulsión de aquellos que hayan cometido delitos o sean un peligro para el país.

 

Según lo informado oficialmente, los padres de ciudadanos estadounidenses y los jóvenes que entraron al país con menos de 16 años antes de 2010 son los principales beneficiarios de las medidas ejecutivas.

 

Desde su anuncio, el ala más conservadora el Partido Republicano ha tratado de bloquear esas medidas, tanto por la vía legislativa como por la judicial.