Harper Lee, la autora de Matar a un ruiseñor, no recibió presión alguna para que publicara su segunda obra y la secuela de esa celebre novela, Go Set a Watchman, según una investigación oficial de la que informan hoy los medios estadounidenses.

 

Según la fuente, la investigación fue llevada a cabo por la Comisión de Seguridad de Alabama, un organismo cuyo fin es prevenir el fraude financiero a los ancianos, que concluyó que Harper Lee, de 88 años, quiere que su segundo libro sea publicado y así se lo dijo ella misma a un miembro de ese ente en una entrevista personal.

 

Con este informe quedarían zanjadas las especulaciones surgidas en los círculos literarios de Estados Unidos, donde el hallazgo del manuscrito está considerado como una de las grandes noticias de las últimas décadas, sobre por qué Lee habría aceptado publicarlo.

 

Las preguntas que se hacían los críticos literarios giraban en torno a si Lee habría sido presionada o si estaría capacitada para tomar esa decisión, y se basaban en la sorpresa expresada por amigos de la autora y numerosos vecinos de Monroeville, su pequeño pueblo natal de Alabama y donde vive en una residencia de ancianos.

 

Unas conjeturas a las que salió al paso la abogada de Lee, Tonja Carter, el pasado 8 de febrero en un artículo en The New York Times, cinco días después de que las editoriales Harper Collins y Penguin Random House anunciaran la publicación de Go Set a Watchman. En Estados Unidos saldrá el 14 de julio.

 

Los lectores en español tendrán que esperar hasta finales de año para disfrutar del libro que se titulará Ve y pon un centinela, y cuyos derechos para el mundo hispanohablante tiene Harper Collins.

 

No transcendió la cuantía pero se sospecha que la subasta celebrada en Londres por la agencia literaria británica Andrew Nurnberg Asociados, que tiene los derechos de Harper Lee, alcanzó las siete cifras.

 

Sin engaños

 

Según dijo el pasado 8 de febrero la letrada de Lee, la escritora apoya sin ningún tipo de dudas la publicación de la novela y estaba “extremadamente dolida” ante la sugerencia de que haya podido ser engañada.

 

“Es una mujer muy fuerte, independiente y sabia que debería estar disfrutando el descubrimiento de su novela perdida”, decía la abogada a The New York Times. “En lugar de eso, está teniendo que defender su propia credibilidad y toma de decisiones”, lamentaba.

 

Fue la abogada de Lee, considerada una persona de su máxima confianza, quien encontró el manuscrito.

 

Desde que en 1960 publicó Matar un ruiseñor, Lee había mantenido su intención de no publicar nuevas novelas, por lo que el anuncio de un segundo trabajo causó una fuerte sorpresa.

 

El nuevo trabajo saldrá a la luz 55 años después de que se publicara “Matar a un ruiseñor”, que le valió un Pulitzer.

 

Matar a un ruiseñor

 

La obra vuelve a centrarse en los mismos personajes de “Matar un ruiseñor”, aunque la acción transcurre años después, a pesar de que curiosamente la novela se escribió antes.

 

“A mediados de los años 50 terminé una novela llamada ‘Go Set a Watchman’. Incluye el personaje de Scout como una mujer adulta y yo creía que era un trabajo bastante decente. Mi editor, cautivado por los ‘flashbacks’ a la infancia de Scout, me convenció para que escribiese una novela desde el punto de vista de la joven Scout“, explicó la propia Lee en un comunicado cuando el 3 de febrero pasado se anunció la publicación de la secuela.

 

El resultado de ese esfuerzo fue Matar a un ruiseñor, que se convirtió rápidamente en un clásico de la literatura y que ha vendido más de 40 millones de copias en todo el mundo.

 

Fue llevada al cine con gran éxito en 1962 por Robert Mulligan, con Gregory Peck como protagonista, un trabajo que le valió el Óscar al mejor actor. Tuvo dos más: mejor guión adaptado y dirección artística.