A diferencia del panorama nacional, las candidaturas del PAN en el Distrito Federal favorecen al grupo del ex presidente Felipe Calderón.
El grupo que lideran la senadora Mariana Gómez del Campo y Jorge Romero, delegado de Benito Juárez, impuso su hegemonía, que ostenta desde hace una década, para incluir en las diputaciones federales plurinominales a nombres como Gabriel Gómez del Campo, sobrino de Margarita Zavala; Andrés Sánchez Miranda, sobrino de Isabel Miranda de Wallace, ex candidata a jefa de Gobierno; Federico Döring, quien lleva la batuta de la bancada panista en la Asamblea Legislativa, y Jorge Triana Tena.
Aunque el partido intentó ciudadanizar sus campañas al incluir a personas sin militancia, destacan los nombres de panistas de abolengo, con lazos familiares o de colaboradores, tal es el caso de Christian Von Roerich, aspirante a la delegación Benito Juárez; Jorge Palacios Arroyo, en Azcapotzalco, o Margarita Saldaña, que busca una diputación local a través de las urnas.
Asimismo, destaca la inclusión del ex asambleísta Rafael Calderón, que busca repetir curul por la delegación Tlalpan, y de su esposa América Rangel, aunque ésta busca la diputación local por Miguel Hidalgo.
Posiblemente el nombre de Xóchitl Gálvez, directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en el sexenio de Vicente Fox, es el que más neutral debido a que, ya sin militancia, fue elegida desde cúpula nacional para arrebatarle al PRD la delegación Miguel Hidalgo y ampliar el número de votos.
Frente a la fuerte competencia que se presentará con la incursión de Morena a la competencia electoral en el mayor bastión de Andrés Manuel López, el panismo tuvo que recurrir a candidatear ciudadanos de pie.
Destacan los casos de Teodoro Mario Alonso Paniagua, quien busca ser delegado de Álvaro Obregón y de Tania María Borbolla Galván, candidata en Magdalena Contreras; además de Ana Karina Millán Reséndiz, quien busca una diputación local por Iztapalapa, y Juan Antonio Hernández Torres, en Xochimilco.
Otro nombre que llama la atención es el de Fidel Leonardo Suárez Vivanco, quien fue postulado como diputado local por Tlalpan, bajo la etiqueta de candidato ciudadano, siendo que fue militante del PRI y ocupó una curul en la V Legislatura de la Asamblea Legislativa.
Para la dirigencia del PAN en el Distrito Federal, presidida por Mauricio Tabe Echartea, estas redes de consanguineidad y amistad no son lo importante, ya que cada candidato tiene mérito propio y liderazgo que ha construido con trabajo.
“Son gente que han construido su historia, que han hecho un gran esfuerzo para lograr acuerdos”, dijo a 24 HORAS.
En entrevista telefónica, aclaró que la mayoría que de los aspirantes a un cargo “no son hijos ni hijas de algún personaje, son liderazgos que se han construido en su propia delegación, que tienen una trayectoria que no viene de la primaria ni de la secundaria, ni de ningún liderazgo del PAN”.
No obstante, reconoció que algunos tienen vínculos en sus trayectorias o son afines a los proyectos de líderes, y ello no significa que se deba minimizar su labor.
“Llegaron los personajes que tienen trayectoria en el partido, por eso me parece muy injusto que les pongan apellidos a las personas, siendo que cada uno ha construido su carrera en su delegación. Que si son afines a la dirigencia, pues sí, nadie se quiere pelear con la dirigencia”, aseveró.
Mauricio Tabe enfatizó que cada uno de los postulados “son personas honestas, con trabajo compromiso y ganas de tener una ciudad mejor”.
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