MADRID. Las joyas para Lady Gaga y Madonna le dieron fama, pero ahora Assad Awad ha saltado a las tablas del Teatro Real de Madrid con accesorios y trajes que añaden una dosis extra de surrealismo y fantasía a los personajes de “Público”, una de los más misteriosos y simbólicos textos de Federico García Lorca.
“Sobre el escenario no hay limite de creación, es un trabajo muy experimental”, define el diseñador libanés radicado en Madrid sobre su trabajo para la obra del poeta andaluz, considerada una de las obras más importantes del teatro español del siglo XX.
Un vistoso cuello de piel, con silueta de cuello “lechuguilla”, al que insertó mimbre cosido a mano y del que cuelgan decenas de cascabeles o una careta blanca que esconde al protagonista y que simboliza la máscara del teatro que tanto utilizó el poeta andaluz, son algunas de las piezas que firma para la obra.
Con mimo y horas de trabajo, elaboró monos pegados al cuerpo, a los que insertó plumas de avestruz, que al compás del movimiento del cuerpo consigue simular el vuelo de las prendas; o una voluminosa falda, hecha con cientos de papeles doblados con la técnica de origami.
Empecé con cosas muy chocantes, muy relacionadas con una estética de sexo y fetiche, precisa.
“Quería que el resultado fuera muy espectacular, ha sido un proyecto muy laborioso, todo un trabajo de chinos”, argumenta el diseñador, que ha trabajado bajo las órdenes del figurinista polaco Wojciech Dziedzic, especialista en combinar técnicas artesanas tradicionales y modernas.
Experimentar como técnica
Assaad Awaad trabaja de manera experimental, una proceso que define como “cocinar con todos los ingredientes a la vez” y que ha desarrollado de manera autodidacta. “Para cuando me hacen algún encargo, ya he trabajado mucho con los materiales”, asegura quien ha instalado su taller en el ecléctico barrio madrileño de Lavapiés.
Curtido en el mundo de la publicidad, las creaciones de Awaad alcanzaron fama por los accesorios que diseñó para Lady Gaga y Madonna, dos divas del pop que acompañaron sus espectáculos con cadenas, tachuelas y piezas metálicas, las cuales marcaron el despegue de su universo creativo, con arneses, coronas y máscaras.
“Empecé con cosas muy chocantes, muy relacionadas con una estética de sexo y fetiche”, toda una maniobra para captar la atención de medios y clientes con repercusión. Quería diferenciarse y lo consiguió.
“Todo el mundo comienza con cosas simples”, advierte Awaad, quien reconoce que su mente, sin él darse cuenta, ha interiorizado y hecho suyas técnicas publicitarias.
Actualmente, combina su línea de joyas con los encargos “un poco locos” de clientes particulares y una propuesta de bolsos de líneas arquitectónicas que pretende distribuir en tiendas multimarca. “No me gustaría enfocar mi trabajo a una sola cosa”, explica el creador.
Entre sus próximos proyectos se encuentran una colaboración con el Museo del Traje, para la que ha tratado de extraer “la esencia” de los diseños de Balenciaga y convertirlos en accesorios. “Quiero hacer de todo, solo se vive una vez”, concluye. (EFE)