AMSTERDAM. Dos niños holandeses, de siete y ocho años, fueron secuestrados por su madre y llevados a Siria para unirse a las filas del grupo yihadista Estado Islámico (EI), sin el consentimiento de su padre, informó hoy la Fiscalía holandesa.
A pesar de una orden de arresto internacional, la mujer, una refugiada chechena de 32 años de edad que llegó en 1999 a Maastricht, en el sur de Holanda, sacó en octubre pasado a sus hijos y logró llegar a territorio sirio controlado por el EI con pasaportes falsos.
Después de su llegada a Siria, la mujer anunció a través de Facebook que ella y sus hijos estaban en la ciudad de Raqqa, bastión de los yihadistas, y desde entonces no se sabe nada de ellos, indicaron los fiscales a medios holandeses.
En su recorrido además de haber pasado por Bélgica, donde supuestamente permaneció dos meses, estuvo en Grecia.
La policía y la Fiscalía estudian la existencia de una posible red de captación de potenciales yihadistas en Maastricht, donde vivía la madre de los menores hasta su desaparición en octubre anterior, según los diarios holandeses Dagblad De Limburger y Limburgs Dagblad.
El padre de los menores, quien había advertido a la policía que sospechaba que su ex esposa estaba a punto de viajar a Siria, confirmó que su hijo e hija -Luka de ocho y Aysha de siete años- fueron sacados de Holanda sin su consentimiento.
Según el padre de Luka y Aysha, su ex esposa era una musulmana secular “que se había radicalizado a través de internet y de sus nuevas compañías”, por lo que la policía interrogó varias veces a la mujer, sin embargo negó que planeara viajar a Siria.
Es la primera vez que se produce un rapto de menores en Holanda para que vivan bajo las órdenes del EI, según medios de comunicación holandeses.
En Reino Unido, en tanto, la policía arrestó este lunes en Birmingham a un joven de 18 años que supuestamente planeaba viajar a Siria para sumarse al EI, anunció este lunes el Departamento de Policía de West Midlands.
Las autoridades británicas están redoblando esfuerzos para detener el flujo de jóvenes radicalizados a Medio Oriente, después de recibir críticas por no haber impedido que tres adolescentes de 15 y 16 años hicieran el viaje el mes pasado.
Scotland Yard (la policía metropolitana) estima que al menos 600 británicos han viajado a Siria para unirse al EI.