Después de 22 años y 9 meses de diversas luchas judiciales, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgó el amparo liso y llano a Alfonso Martín del Campo Dodd, quien fue acusado de haber asesinado a su hermana y cuñado mientras estos dormían, por ello los ministros ordenaron su inmediata libertad.
Por mayoría de votos, la Primera Sala confirmó la tortura de la cual fue víctima Martín del Campo para obtener su confesión en la comisión de dos asesinatos, sin que hubiera más pruebas en el proceso penal que lo inculpara.
“…14 de octubre de 1994, se determinó que un agente de policía era responsable por la detención arbitraria, incomunicación y tortura de Alfonso Martín del Campo Dodd, el dictamen médico psicológico conforme al Protocolo de Estambul…”
Por ello, la Sala concluyó que, con base el artículo 641 del Código de Procedimientos Penales del Distrito Federal, el reconocimiento de la inocencia del sentenciado procede ya que la sentencia se basó de manera fundamental en una confesión obtenida mediante tortura.
En atención a dichas resoluciones, y tomando en consideración la entrada en vigor de la Ley del Programa de Derechos Humanos del DF, Alfonso Martín del Campo promovió un incidente de reconocimiento de inocencia 631/2013, en el que alegó violaciones al debido proceso, tortura y tratos inhumanos, alegatos que fueron ratificados por diversos organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.
Con base en el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) era obligatorio en sus términos para todas las autoridades capitalinas.
En dichos pronunciamientos se ratificó que fue objeto de detención arbitraria y tratos crueles, inhumanos y degradantes, por parte de la entonces Policía Judicial de la Procuraduría General de justicia del Distrito Federal, con el objeto de hacerle confesar el homicidio de su hermana y de su cuñado.
La madrugada del 30 de mayo de 1994 fueron asesinados en su domicilio en la Ciudad de México, Juana Patricia Martín del Campo Dodd y Gerardo Zamudio Aldaba, indica el expediente.
Horas después elementos de la Policía Judicial capitalina detuvieron a Alfonso Martín del Campo, y a través de un primer interrogatorio, admitió haber asesinado a la pareja.
De acuerdo con la denuncia del quejoso, durante dicha “entrevista”, previa a la toma de declaración preparatoria, fue sometido a actos de tortura, pese a su denuncia fue sentenciado a 50 años de prisión, condena que fue confirmada por diversas instancias judiciales, locales y federales.