El sistema bancario que prevalece en México es más estable porque tiene un menor riesgo moral producto de la relación entre banqueros, principalmente extranjeros, y el gobierno; situación que no había ocurrido en toda la historia económica del país.

 

Ésa es una de las principales conclusiones a las que arriban Stephen Haber y Aldo Musacchio en un libro que publicaron recientemente (Los buenos tiempos son estos. La incursión de los bancos extranjeros en México después de un siglo de crisis bancarias)

 

 

 

La estabilidad del sistema bancario es una cuestión de capital importancia para el funcionamiento de la economía a la luz de las recientes crisis bancarias que estallaron en Europa y Estados Unidos, pero sobre todo a contraluz de los frecuentes periodos de inestabilidad financiera que ha vivido México prácticamente a lo largo de su historia contemporánea. La más reciente de estas etapas se dio entre 1995 y 2000, cuando prácticamente quebró la mayor parte de los bancos privados del país.

 

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El análisis de Haber y Musacchio concluye que la participación de la banca extranjera en el país ha contribuido a una mayor estabilidad y eficiencia del sistema, no sólo por una conveniente alianza entre banqueros extranjeros y gobierno; sino además por otra razón que es independiente de la nacionalidad de los banqueros: “el gobierno mexicano ya no tiene una autoridad y discreción ilimitada porque los partidos que controlan el gobierno ahora operan conforme a las reglas de la democracia. Sería una exageración decir que el Estado de derecho es tan fuerte en México como en Suecia; pero también sería poco atinado afirmar que la democratización en 1996 no ha fortalecido al país. Ya no basta una mera firma para expropiar a los banqueros en México, sin importar su nacionalidad. Además, los contribuyentes mexicanos en 1997 dejaron claro que pueden castigar -y lo hacen- a los gobiernos que formen alianzas destinadas al fracaso y que les pasen la cuenta de un rescate bancario millonario.

 

El ‘juego’ de los regateos bancarios’ ha cambiado”, dicen Haber y Musacchio.

 

Evidentemente el juego perverso para la economía y para la sociedad que durante décadas se ejerció entre el poder político en turno y los banqueros se modificó sustancialmente con la presencia mayoritaria de los banqueros extranjeros, dándole una estabilidad no conocida al sistema.

 

Sin embargo, las ganancias en materia de bienestar social, de crédito y de costo del crédito no han sido tan evidentes en México con la presencia mayoritaria de la banca extranjera, como lo ha sido con la estabilidad del sistema. Resultados que también deben ser atribuidos a una regulación gubernamental orientada a su propio beneficio y a mantener ciertos privilegios de las élites.

 

SÍGALE LA PISTA…

 

Hoy los ojos del mundo financiero estarán puestos en la letra del comunicado que emita la Comisión de Mercado Abierto de la Reserva Federal estadunidense y en la posterior conferencia de prensa de su presidenta Janet Louise Yellen. Cada palabra será examinada con cuidado por los inversionistas y analistas para determinar cuándo y con qué fuerza la Reserva Federal subirá la tasa de interés de referencia en Estados Unidos. Las apuestas se inclinan a que en este verano se dará el primer movimiento alcista, con lo que -de confirmarse hoy- el peso continuaría presionado con todo y la política de venta diaria de dólares que puso en marcha la Comisión de Cambios.