GINEBRA. Correos electrónicos internos y documentos obtenidos por la agencia de noticias The Associated Press muestran que la Organización Mundial de la Salud se resistió dos meses a hacer sonar la alarma internacional en torno a la epidemia de ébola en África occidental.

 

La OMS reconoce haber actuado con lentitud, pero en parte ha culpado de su respuesta a las características sorprendentes del brote de esta enfermedad, el peor de la historia con más de 10,000 muertos.

 

Los documentos muestran que los funcionarios de esta agencia de las Naciones Unidas estuvieron informados tempranamente de la gravedad de la situación y recibieron una solicitud urgente de ayuda.

 

Los textos también dejan ver que altos funcionarios comentaron en privado la idea de declarar una emergencia internacional de salud por la propagación de la enfermedad a principios de junio, dos meses antes de que la declaración fuera hecha el 8 de agosto.

 

Pero los principales directivos desalentaron tomar la medida antes, por considerar que hacerlo podría ser percibido como un “acto hostil” y generar riesgo para las economías.