La seguridad en Michoacán debe regresar al control del Estado, por lo que es necesario desarticular a las fuerzas rurales, considera la senadora Luisa María Cocoa Calderón.

 

En entrevista con 24 HORAS, la panista, que busca competir por segunda ocasión por el gobierno estatal, sostiene que entre la aparente calma en materia de seguridad que se respira en la entidad, todavía prevalece el desasosiego en la región colindante con Jalisco y Colima.

 

“Creo que hay que seguir haciendo cosas para re institucionalizar la seguridad, porque este tema de las fuerzas rurales tiene que volver al orden. Creo que tiene que haber una policía más capacitada y más apegada a la ley; las fuerzas rurales tienen que volver a casa”, señala.

 

Asegura que a pesar de la desarticulación de grupos delincuenciales y la reciente captura de Servando Gómez Martínez, La Tuta, la problemática de inseguridad debe asumirse con responsabilidad entre los tres órdenes de gobierno, en un esfuerzo que le devuelva a los michoacanos la tranquilidad perdida.

 

Sostiene que se debe tener claridad en la ruta a seguir, lo cual realiza el gobierno en el ámbito estatal y municipal, en un esfuerzo de coordinación con la fuerza federal.

 

No obstante, señala, se trata de un reto debido a que los ciudadanos han perdido la confianza en las autoridades, sobre todo en el territorio donde hay presencia de los grupos de autodefensa.

 

En este caso particular, refiere la legisladora, hay que considerar su situación porque la mayoría está en una frontera permeable en la zona de tierra caliente; “ellos primero tienen que creer en que quienes los están cuidando lo van a hacer bien”.

 

Enfatiza en que si no hay confianza en las autoridades, es difícil que la gente deponga las armas, por lo que se debe trabajar en que haya una comunicación entre las autoridades y estos grupos en la que se reconozcan los motivos que los orillan a no bajar la guardia.

 

De estirpe panista, la hermana del ex presidente Felipe Calderón reconoce las preocupaciones de la gente por el desamparo de la autoridad, que los hace sentir vulnerables, finaliza.

 

“Creo que muchos ciudadanos se sienten solos, muy aislados en un territorio que es agreste, que es muy difícil, que tiene permeabilidad y no sienten que se les esté protegiendo de la manera pertinente”.