WASHINGTON. La lucha de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace casi seis meses en Iguala, Guerrero, llegó hoy a Washington, donde celebrarán una vigilia a las puertas del Departamento de Estado para pedir justicia a la comunidad internacional.
“El motivo de nuestra visita a este país es informar a la comunidad del mundo que el caso Ayotzinapa (de donde eran los estudiantes) no se puede cerrar hasta que no haya una respuesta real y científica sobre el paradero de nuestros 43 jóvenes normalistas desaparecidos”, destacó el portavoz de la Caravana 43, Felipe de la Cruz.
El portavoz, quien es profesor de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y cuyo hijo sobrevivió el ataque contra un grupo de normalistas el pasado 26 de septiembre en México, participó hoy en una conferencia en la facultad de Derecho de la Universidad del Distrito de Columbia, donde se ubica la capital de Estados Unidos.
Su llegada a Washington se enmarca dentro de la llamada Caravana 43, una gira en la que los padres de los estudiantes recorrerán, por lo menos, 43 ciudades estadunidenses durante el próximo mes, entre las que está Nueva York, ciudad que acaba de visitar el profesor de Ayotzinapa.
“Como mexicanos no podemos quedarnos sentados, permitir que esto quede en la impunidad. Si lo permitimos estamos sentenciados nosotros y las próximas generaciones de nuestro país, que estarán condenadas a vivir el mismo sufrimiento”, alertó de la Cruz.
En la conferencia, también intervino Vidulfo Rosales, abogado de las familias del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y que la semana pasada participó en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre desapariciones forzadas en México.
Desde una mesa, de la que colgaba una bandera mexicana con el número 43, los dos portavoces pidieron al gobierno de Enrique Peña Nieto que abra nuevas líneas de investigación para esclarecer lo ocurrido el 26 de septiembre en el municipio de Iguala, al sur de México.
Las autoridades mexicanas insisten en que miembros del cártel de Guerreros Unidos, en una alianza con policías corruptos, asesinaron e incineraron a los estudiantes en un vertedero de Cocula, Guerrero, pero los allegados de las víctimas rechazan esta versión.
Indignados con la actitud de las autoridades mexicanas y ante el “olvido” que cae sobre el tema, familiares, compañeros y abogados de los estudiantes partieron a mediados de marzo de San Antonio, McAllen y El Paso (Texas) en tres rutas diferentes para difundir el caso ante la sociedad estadounidense y la comunidad latina.
Con este propósito, los dos representantes se reunirán el martes con la comunidad hispana de Washington en la sede de la organización de defensa de los derechos de los inmigrantes, Casa de Maryland, cerca de la capital federal.
El jueves, cuando se cumplen seis meses de las desapariciones, el grupo mexicano de apoyo a la Caravana 43 en Washington organizará frente al Departamento de Estado una vigilia, a la que seguirá una marcha de protesta que tiene previsto concluir en la sede de la embajada de México en Estados Unidos.
GH