GUADALAJARA. Tantos desahucios ha pasado por su carrera Omar Bravo, que a él ya le da lo mismo. El delantero nacido en el Rebaño, pero que tuvo periplos por el Cruz Azul y el acérrimo rival rojinegro, es la figura de un equipo al que su último gol prácticamente lo ha salvado.
Omar ya no es de anotar mucho, de hecho, en este torneo apenas tiene tres tantos en su cuenta, pese a que forma parte de los jugadores de confianza de El Chepo de la Torre. Pero vaya si han sido goles determinantes, al menos dos de ellos. Uno, el del empate 1-1 ante los Leones Negros, justo un rival directo en la lucha por no descender, y otro el de la victoria ante el Puebla, gol de oro considerando que puso a su equipo a ocho puntos del adversario de La Franja cuando quedan sólo 18 por jugarse.
Ahora, las Chivas no sólo no están pensando en el descenso, sino que miran hacia la calificación y treparon hasta el tercer puesto de la clasificación general, superando a equipos como América y Cruz Azul, que van dando tumbos.
Sin embargo, tras el entrenamiento, los jugadores tapatíos salieron con la consigna bien clara de que no pueden bajar los brazos pese a que la salvación parece cercana.
“Se ve cerca, pero no nos podemos conformar. No hay que bajar los brazos ni sentir que ya estamos del otro lado, el torneo hasta ahora ha sido muy peleado y lo que viene será todavía más difícil”, dijo Isaac Brizuela, otro de los inamovibles de El Chepo.