El coordinador general de comunicación social del IFT, aclara algunos puntos de la Agenda Confidencial del día de ayer, y dice:
1.- Si el columnista hubiera cumplido con su labor como periodista, habría leído las bases de la licitación para conformar al menos dos cadenas nacionales de televisión abierta, documento público desde su emisión en 2014, en el portal del Instituto Federal de Telecomunicaciones, así como el documento del fallo de procedimiento licitatorio, entre otros, y no “se le habrían ido las patas”, al señalar, sin ninguna prueba, que no hubo una investigación por parte de ese órgano regulador sobre la solvencia económica de uno de los postores.
Entre los requisitos exigidos por el IFT a los postores en esta licitación destaca la presentación de documentos que incluyen la declaración de la procedencia de los recursos, así como también se realizó, como parte del desahogo de las etapas del proceso, el análisis y evaluación de la información presentada. De igual forma, las bases establecen que para la determinación de los ganadores se debe evaluar el cumplimiento de las capacidades técnica, jurídica y financiera de los participantes. Si el señor Soto no sabe esto es porque prefirió convenientemente replicar lo que sus fuentes le dijeron a él -y también a otros periodistas que hoy publican en el mismo sentido y tono-, en lugar de investigar, en respeto a sus lectores, para ofrecerles información cierta.
2.- El ridículo lo hace el señor Soto al tampoco informarse que los 415 millones de pesos a los que se refiere es el monto correspondiente a la garantía de seriedad, la cual tuvo que ser acreditada desde la primera etapa del proceso.
3.- De igual forma, los años de experiencia del señor Soto deberían abonar para saber que en una licitación a sobre cerrado, como ésta, las ofertas económicas entre los participantes pueden variar de manera significativa, a diferencia de una subasta, en donde es posible conocer las ofertas de los otros concursantes.
4.- La creación de nuevas cadenas de televisión abierta en nuestro país tiene un efecto positivo en la sociedad, hay más oferta programática, pluralidad y competencia. Si esto es lo que molesta al señor Soto, o a sus fuentes, es entendible su postura, pero no es válida su decisión de mentir.
Hasta aquí la réplica.
Nada más por no dejar, el columnista documenta:
De acuerdo con el anexo 9 de las bases de licitación, el IFT requirió a los participantes presentar documentación que acreditara la capacidad financiera necesaria para desarrollar sus proyectos demostrando la solvencia económica. Así, Grupo Radio Centro presentó los estados financieros auditados del 2013 donde reporta: activos totales de mil 840 millones de pesos; pasivos totales de 458 millones; capital contable: mil 480 millones. Utilidad del ejercicio: (67.8) millones.
Además, el IFT pidió: original de carta de institución financiera sobre las inversiones que actualmente mantiene el interesado (o de uno o más de sus principales socios); original de carta de institución bancaria sobre la intención o autorización de otorgar un crédito al interesado (o a uno o más de sus principales socios), cuyos términos y condiciones sean acordes con el destino propuesto para respaldar el proyecto de radiodifusión.
Como se puede observar, el IFT con mucha anticipación pudo haber detectado cualquier anomalía en cuanto a la solidez económica de alguno de los postores ¿Lo habrá hecho?
Después de lo anterior a ver a quién le dice mentiroso el coordinador de comunicación social del IFT.
Por cierto, con sus argumentos parece confirmar que efectivamente el señor Francisco Aguirre no tiene el suficiente “cash” para liquidar la cadenita de televisión, por lo que el Instituto podría hacer el ridículo de declarar desierta la licitación.
AGENDA PREVIA
Según los integrantes del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista, la Secretaría de Economía, la de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, así como la Procuraduría Federal del Consumidor han implementado programas y medidas para detener esta alza de precios del huevo y evitar que se lucre indebidamente con este producto y mucho menos que se especule con el mismo. (Pues como que no le han echado mucha proteína al asunto).