SAN FRANCISCO, California. Un jurado de California decidió que no fue discriminación de género la razón por la que la firma más importante de capitales de riesgo de Sillicon Valley, Kleiner Perkins Caufield & Byers, no promovió a su socia Ellen Pao y la despidió, y que tampoco hubo represalias en su contra.
El jurado de seis hombres y seis mujeres rechazó los alegatos de Pao contra la empresa en un caso que atrajo reflectores a la inequidad de género y a las condiciones laborales de las mujeres en Silicon Valley y renueva las preguntas sobre la falta de diversidad en la industria de la tecnología.
Pao aseguró ante la Corte que Kleiner no la promovió debido a su género y que tomó represalias contra ella por quejarse y que en última instancia la despidió, en 2012, para detener sus protestas.
El veredicto se anunció después de que un juez ordenó a los jurados que volvieran a deliberar debido a que se detectó una discrepancia en el conteo inicial de votos.
Los jurados escucharon descripciones disímiles de Pao durante los alegatos finales. Su abogado Alan Exelrod dijo que era una socia junior competente a la que se pasó por alto para un ascenso y que fue despedida porque la empresa usaba estándares distintos para juzgar a hombres y mujeres.
Pero la abogada de Kleiner Perkins, Lynne Hermle, alegó que Pao fracasó como inversionista en la compañía y que demandó para obtener dinero cuando ya se le estaba mostrando la puerta de salida.
La demanda afirmaba que fue despedida cuando se quejó de discriminación.
Un estudio usado como evidencia en el juicio mostró que pocas mujeres son socias en el sector de inversiones de capital. Consultores de dicho sector indicaron que luego de la demanda algunas compañías volvieron a examinar sus culturas y prácticas en busca de posibles prejuicios.
Durante su testimonio, Pao dijo a los jurados que uno de los objetivos de la demanda era crear igualdad de oportunidades para las mujeres en el sector de inversiones de capital. (Con información de EFE, AP y The New York Times)