El Castillo de los hot cakes es un negocio que ya es toda una tradición en Coyoacán. Se ubica en el mercado de alimentos en el centro de este barrio tradicional del Distrito Federal.
Rogelio, un hombre carismático, es quien atiende este negocio de herencia familiar al que ha convertido en una parada oficial para quien visita del barrio más bohemio de la Ciudad de México.
Según nos cuenta, su familia y en particular su padre fue el pionero en el mundo, en el negocio de hacer figuras con hot cakes, desde hace más de cuatro décadas.
“La idea de los hot cakes salió hace más de 45 años y lo inició mi papá el señor Rogelio”, dijo.
En este local te puedes comer desde un Minion hasta “a ti mismo”, pues una de las especialidades y destrezas de la casa son los retratos.