¿Cuantas veces has intentado sacar con un abatelenguas o hasta con los propios dedos los residuos que quedan dentro de una botella de pegamento cuando ya está a punto de acabarse? ¿Cuánto dinero crees que habrías ahorrado si no hubieras tirado un frasco de mayonesa, crema o pintura con algo de ella en él?, gracias a LiquiGlide, estas son un par de preguntas que las futuras generaciones ya no se tendrán que hacer.

 

Liquiglid

 

Esta empresa fundada por Kripa Varanasi, un profesor de Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Dave Smith, uno de sus estudiantes de posgrado, crearon una capa que hace el interior de los recipientes permanentemente resbalizadizos, con lo que ninguno de sus contenidos quedará dentro.

 

Según reporta The New York Times, este lunes LiquiGlid anunció un acuerdo con Elmer Products Inc para el uso exclusivo de dichos recubrimientos en envases.

 

 

Este invento que más bien estuvo pensado en magnitudes industriales de gran escala, como la prevención de la formación de hielo en las alas de los aviones o el bombeo más eficiente del petróleo crudo, tendría muchos beneficios para las finanzas de las familias y tener importantes beneficios ambientales por la reducción de residuos.

 

El desarrollo de esta tecnología comenzó con un prototipo para una botella de salsa de tomate con la que Varanasi y Smith consiguieron el patrocinio del MIT por 100 mil dólares.

 

 

Según los inventores, los frascos de mayonesa con este recubrimiento podría llegar en este 2015 o a principios del próximo año, mientras que el tubo de pasta dental llegaría en 2017.