Investigadores observan la aparición de lo que podría considerarse nuevas epidemias, como la adicción a la heroína en Hermosillo, Puebla, Cuernavaca, y Oaxaca, y que llevaría a un aumento en el número de casos de VIH-Sida en México.
Durante el Congreso de Salud Pública que se realizó en marzo en Cuernavaca, Morelos, especialistas sobre diversos temas y distintas instituciones discutieron las repercusiones por el consumo de drogas en nuestro país, en este caso de la heroína.
Heroína negra
En el caso de Oaxaca, la heroína que se consume no es la blanca si no la llamada negra que prevalece en México y es frecuente en la entidad por ser una zona de producción y tráfico de esta droga, dijo la doctora Martha Romero Mendoza, del Instituto Nacional de Psiquiatría.
“El consumo tiene que ver con el tráfico y la venta de la heroína. En la actualidad se está sembrando la materia prima para la producción de heroína en todo el pacífico, por lo que estados como Guerrero, Oaxaca y Michoacán, se ven afectados; otro factor son los carteles en el país y su desplazamiento”, indicó.
Sin embargo, en Oaxaca el riesgo del contagio del virus del Sida por el consumo de drogas inyectadas puede ser menor, ya que la heroína negra al momento de inyectarse tapa la aguja, lo que obliga al usuario a utilizar una jeringa nueva, mencionó la investigadora.
Debido a la novedad de este fenómeno en Oaxaca, Romero Mendoza documentó cerca de 30 casos con el propósito de conocer de acerca el perfil del adicto, los procesos de recuperación y, en general, las trayectorias de vida de los adictos a la heroína.
La investigadora señala que los datos recabados hasta este momento indican que el espectro del consumidor es amplio, pues se encuentran personas de todas las profesiones, oficios y niveles socioeconómicos.
700 pesos diarios
“Los entrevistados relatan que un gramo de la negra cuesta alrededor de 250 pesos, que se traduce en un gasto diario de 700 pesos y de 20 a 30 mil pesos mensuales. Los métodos son la inhalación, el goteo, y el más común: la heroína inyectada”, mencionó.
Añadió que los adictos procuran no dormir y no comer para prolongar los efectos, además agregó que en Oaxaca el consumo está normalizado porque la gente se dedica a eso.
Inclusive, señaló, las personas que venden obtienen cerca de un millón de pesos a la semana, porque hay compradores de toda la República.
Metadona para sustituir la adicción
En el tema de la rehabilitación, la experta dijo que es un tema difícil en la entidad debido a que no hay clínicas de atención y los pacientes deben viajar hasta el Distrito Federal, en donde se les proporciona metadona para sustituir la adicción.
“Recapitulando las entrevistas, observamos tres aspectos comunes entre los adictos que hacen difícil su recuperación: la gran disposición de heroína en Oaxaca, la desconfianza en las instituciones gubernamentales, y el crimen organizado como una barrera para ingresar a los centros de tratamiento”, detalló.
Además la metadona no es suficiente para su recuperación pues esta debe de ir acompañada por un apoyo psicológico, destacó la especialista en un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias.
Los especialistas aseguran que este tipo de adicción debe encender las alertas porque pueden crecer los casos de infecciones por el virus de VIH en México, donde se contabilizan 180 mil infectados y 112 mil diagnosticados y cerca de 60 mil en supresión viral.