WASHINGTON. El histórico acuerdo nuclear negociado por Estados Unidos con Irán y cinco potencias más le otorga al presidente de Estados Unidos la posibilidad de mejorar las relaciones diplomáticas con un país con el que llevan 35 años sin relaciones.
Otro enemigo histórico, pero de Irán, Israel, no le gustó el pacto nuclear logrado la semana pasada. El primer ministro, Benjamín Netanyahu reaccionó ayer de la siguiente manera: “No estoy intentando matar cualquier acuerdo. Estoy intentando matar un mal acuerdo”, comentó Netanyahu a la cadena NBC, en el marco de una ronda de entrevistas con varias televisiones estadunidenses.
Según Netanyahu, el acuerdo preliminar entre el G5+1 (China, EU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) e Irán anunciado el pasado jueves en Lausana (Suiza), es una “amenaza” para Israel y sus vecinos, y convierte en “legítimo” el programa nuclear de Teherán, que es, a su juicio, algo “ilegítimo”.
“Todavía hay tiempo para conseguir un mejor acuerdo”, afirmó el líder israelí a la cadena CNN.
Netanyahu dijo también, en declaraciones a la cadena CNN, que el acuerdo preliminar levantará las sanciones contra Irán demasiado rápido, lo que dará al régimen de Teherán recursos para “incrementar su maquinaria del terror en todo el mundo”.
El gobierno israelí elaboró un análisis oficial del acuerdo nuclear marco entre Irán y las potencias mundiales, que incluye una lista de presuntas deficiencias que servirán de base para lo que se prevé serán gestiones frenéticas del primer ministro Benjamin Netanyahu para modificarlo o anularlo.
El análisis israelí, elaborado por colaboradores de Netanyahu durante el fin de semana, dice que el sistema de inspecciones no es tan exhaustivo como dicen los negociadores porque no obliga explícitamente a los iraníes a abrir sus instalaciones “en cualquier momento y lugar”.
A diferencia de Netanyahu, el presidente de EU, Barack Obama, está insistiendo desde el anuncio del entendimiento con Irán en que se ha logrado un “buen acuerdo”, que es “de lejos” la mejor opción para su país, sus aliados y el mundo entero, dado que niega a Teherán el “el plutonio necesario para fabricar una bomba”.
No obstante, el escepticismo de Netanyahu y sus críticas son compartidas por los republicanos en el Congreso de EU y también por numerosos demócratas.
Del lado de Obama se puso la influyente senadora demócrata Dianne Feinstein, quien comentó a CNN que desearía que Netanyahu “se contuviera” a la hora de hablar del acuerdo con Irán, porque él no ha ofrecido “ninguna alternativa real” para impedir que ese país desarrolle un arma nuclear.
“Francamente, es un acuerdo mejor de lo que esperaba. Creo que puede ser un acuerdo práctico y muy útil, y puede ser la señal” de un “nuevo día” con Irán, declaró Feinstein.
Sin acuerdo, Irán intensificará programa nuclear
TEHERAN. Teherán podría retomar sus actividades nucleares si Occidente se retracta de un acuerdo que deberá finalizarse en junio, indicó el canciller de Irán, Mohammad Javad Zarif.
Zarif, quien encabeza a su país en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, dijo en un programa de entrevistas en la televisión estatal que Irán tiene el poder de tomar “medidas correspondientes” y “podrá regresar” su programa nuclear al mismo nivel que lo tenía si la otra parte incumple el acuerdo.
“Todas las partes del pacto pueden interrumpir sus acciones en caso de que el acuerdo sea violado por la otra parte”, afirmó Zarif.
Zarif dijo que el acuerdo anularía todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra el programa nuclear de Irán y llevaría a que Estados Unidos y la Unión Europea levanten las sanciones que le han aplicado al gobierno en Teherán.
Las declaraciones de Zarif parecen tener la intención de calmar a los políticos de línea dura iraníes que se oponen firmemente al acuerdo marco al considerarlo un buen resultado para Occidente y un desastre para Irán.