En los últimos siete años el consumo per cápita de carne de res disminuyó en 1.9 kilos, una tendencia que los productores atribuyen al alza de los precios, que en ese lapso fue de 136%, atribuible a dos factores: la resaca por la sequía de 2009 y al aumento de precio en los insumos del ganado.

 

Esta disminución en el consumo y alza en los precios se dio no obstante que en el mismo lapso la producción se incrementó a un ritmo de 2% anual.

 

“Hemos tenido problemas sobre todo en la parte del peso del ganado, estamos hablando que en 2009 o 2010 cuando la sequía afectó al territorio americano y los estados del norte del país, el precio del ganado flaco, de entre 200 y 260 kilos, tenía un costo de 19 pesos el kilo y en lo que es a febrero de este año se ha disparado a casi 45 pesos”, dijo José Pablo Agis Reyes, Jefe del Área de Estadística de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino.

 

En 2009 se registró la peor sequía en siete décadas, la cual, según información de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), ocasionó la pérdida de 42 mil cabezas de ganado bovino, pero según otras fuentes como la Confederación Nacional Campesina, el saldo fue de 450 mil reses muertas.

 

Aunque los números de Sagarpa y la CNC no concuerdan, donde los productores coinciden es que la muerte de los animales combinada con el alza de los insumos, como el maíz amarillo que después de la sequía aumentó 30% su valor por tonelada en sus momentos más altos, es la razón del aumento en el precio del producto final.

 

“El consumo en sí de carne per cápita ha venido a la baja por la cuestión de que se han elevado los costos de producción. Estamos hablando que en 2008 (antes de la sequía) el consumo per cápita era de 17.97 kilos, en 2014 el consumo cayó a 16.10 kilos por persona”, añadió Agis Reyes.

 

Los costos de producción del ganado bovino representan 75% de su precio, eso sin considerar contingencias como enfermedades, lo cual eleva más el precio de su producción.

 

Aunque los números de los últimos cinco años no han sido del todo buenos, Agis Reyes indicó que los precios de los insumos van a la baja, lo que permite aumentar el peso de las reses, lo que se refleja en la producción y precio.

 

Producción al alza

Pese a que el precio para el consumidor final ha ido al alza en lo que va de la década, la producción de carne de ganado bovino también va en aumento. Desde 2011 el crecimiento de la producción tiene una tasa media del 2%, siendo que en 2014 alcanzó las 1.82 millones de toneladas, 1.03% más respecto a 2013.

 

Esta producción ha permitido incrementar las exportaciones que en 2014 alcanzaron las 143 mil 590 toneladas, de las cuales 137 mil correspondieron a carne y el resto a despojos. El número significó un incremento de 17% respecto al 2013.

 

En contraparte, las importaciones decrecieron en 2014, pues en ese año se trajeron del extranjero 202 mil 993 toneladas de carne y despojos, por las 223 mil 140 toneladas de 2013. En ambos casos el mayor socio fue Estados Unidos, con más del 80% de las transacciones.

 

En cuanto a la balanza comercial, los números de carne comercial fueron negativos para nuestro país al registrar un déficit de mil 202 millones de pesos, pero si se aumenta el comercio de despojos y de ganado de a pie (animales vivos) la balanza es positiva por tres mil 476 millones.