Un roce diplomático se presentó este miércoles entre México y Corea del Norte por el buque Mu Du Bong, de bandera norcoreana, que se encuentra varado desde julio de 2014 en el puerto de Tuxpan, en Veracruz, tras haber encallado frente a sus costas.
El gobierno de Pyongyang exigió a las autoridades mexicanas la liberación del buque que considera está retenido a la fuerza, en tanto la administración federal señaló que no puede moverlo debido a que fue sancionado por Naciones Unidas, debido a que dañó una zona de arrecifes.
La misión de México ante la ONU indicó que la embarcación provocó daños al sistema arrecifal Lobos-Tuxpan lo que provocó “daños ambientales en un área natural protegida”.
En su diagnóstico realizado tras el accidente, la Procuraduría Federal de Protección del Medio Ambiente (Profepa) señaló que el daño abarcó unos 40 metros de arrecife y que fue un error del capitán en la ruta de ingreso al puerto lo que generó el accidente, por ello estableció como pena el pago de una multa por 10 millones de pesos para “garantizar la recuperación, rescate y reubicación de especies coralinas afectadas”, lo que ya fue liquidado por el gobierno de Norcorea.
El representante de Pyongyang ante Naciones Unidas, An Myong Hu, afirmó que su país tomará “las medidas necesarias para que el barco deje el país de inmediato”, e incluso sugirió que esta decisión de retener al navío se debió a solicitud de Estados Unidos.
En tanto, México negó tener ilegalmente retenidos a los 33 norcoreanos que integran la tripulación del Mu Du Bong, el buque encallado hace ocho meses en aguas frente a la costa de Veracruz.
“La tripulación está integrada por 33 norcoreanos que hasta la fecha, se encuentran legalmente en México y no están en ningún sentido detenidos, ya que gozan del libre tránsito”.
En su respuesta a la acusación del gobierno de Pyongyang, México agregó que se ha cerciorado que la tripulación se encuentra en buenas condiciones físicas, morales y psicológicas.
“Duermen en un hotel en Tuxpan y acuden al buque para custodiarlo y operarlo”, precisó la legación mexicana en un comunicado.
“La tripulación no ha cometido ningún acto constitutivo de delito, de conformidad con la legislación penal vigente, ni tampoco ha incurrido en declaraciones falsas”, informó la misión mexicana ante Naciones Unidas.
Y agregó que “en cooperación con la Embajada de Corea del Norte, se procederá a repatriar de manera asistida a la tripulación, con el objetivo de velar por su seguridad en todo momento”, respondió la Misión Mexicana.
Si bien, el gobierno norcoreano insiste en que la nave tenía un uso “estrictamente comercial”, un informe de ONU ha revelado que la administación de de Kim Jong-un usa este tipo de barcos para evadir las sanciones impuestas por EU y otras naciones debido a su programa nuclear.