El turismo mexicano suele ser benévolo. Y más si en el año 2014 el país escaló a la lista de los 10 países más visitados en el mundo. En efecto, 30 millones de turistas recorrieron el país.
Lo dijo el presidente Peña Nieto ayer en la Riviera maya: México necesita de historias de éxito. En ese instante los reflectores giraron al fundador del grupo Vidanta, Daniel Chávez Morán.
Ingeniero civil por la Universidad de Guadalajara, Chávez Morán fue contratista durante el sexenio del presidente Luis Echeverría; construyó 632 canchas de basquetbol y un buen día viajó a Mazatlán a vacacionar, porque como mencionó emocionado, hace 40 años Acapulco y Mazatlán eran el duopolio turístico del país. Un mesero le obsequió una recomendación, dijo emocionado Chávez Morán: los estadunidenses invierten en preventa. En efecto, Daniel invirtió la totalidad de su dinero en siete casas, mismas que nunca vendió pero la experiencia se tradujo en la plataforma de despegue en el negocio hotelero.
Actualmente Daniel Chávez Morán está a cargo del principal desarrollador turístico, hoteles resort, campos de golf, bienes raíces y experiencias de entretenimiento, en América Latina. Anualmente recibe en sus hoteles a 700 mil turistas, medio millón de ellos, extranjeros.
Antes de viajar a Panamá, el presidente realizó la escala en el aeropuerto de Cancún. Un día con lluvia pero difícil de asimilar con 30 grados y sobrada humedad. Parecía un acto de fantasía propio del Cirque du Soleil.
Y sí, la producción de experiencias del parque temático Cirque du Soleil se encuentra en el hotel Vidanta Riviera Maya, justo en el lugar donde el presidente Peña Nieto escucha con atención al creador de Vidanta. Actualmente ofrece la función Joyà y próximamente la oferta de espectáculos crecerá.
El presidente, empapado de sudor, puso atención al caso de éxito narrado por el propio Daniel Chávez. En lo que se pudo considerar un breve paréntesis político, el presidente dijo: “A veces nos negamos a reconocer las buenas noticias, y cuando están los resultados frente a nosotros, no los reconocemos”. El presidente respiró hondo. Necesitaba asimilar a su discurso el éxito de una empresa turística como Vidanta.
Antes, la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu comentó que México supera a Francia o España en el número de empleados vinculados al turismo.
Atrás del presidente, dos decenas de trabajadores de Vidanta observaban a la secretaria con atención. Ruiz Ruiz Massieu mencionó el nombre de algunos de los trabajadores. Por ejemplo a Jesús García, empleado de Vidanta que labora en el área de reciclaje, y los nombres de su esposa e hijo que también trabajan para el grupo.
Minutos después, el Presidente repitió algo que seguramente le gustó escuchar en voz del empresario Daniel Chávez: Vidanta contaba con 12 mil empleados al inicio del sexenio, ahora cuenta con 15 mil y en tres años piensa contratar a tres mil más.
El monto de la inversión que anunció Vidanta también la repitió el Presidente: 18 mil 948 millones de pesos distribuidos no sólo en Quintana Roo, también en la Riviera nayarita, Sonora, Guerrero y Jalisco.
Las fantasías del Cirque du Soleil generan externalidades positivas; sueños pero también inversiones. La anunciada ayer por Vidanta es importante.
Y así, se retiró el Presidente para viajar a Panamá con una buena noticia: inversión de fantasía.