PARIS. Zlatan Ibrahimovic fue suspendido cuatro partidos por su exabrupto verbal contra un árbitro el mes pasado, según el dictamen de la comisión disciplinaria de la liga francesa de fútbol.
Después de la derrota 3-2 del París Saint-Germain de visita a Burdeos en la liga el 15 de marzo, el artillero sueco perdió los estribos y estalló enojado frente a las cámaras por las decisiones que el colegiado tomó en su contra. Ibrahimovic, cuyos dichos fueron grabados en cámara, insultó al árbitro Lionel Jaffredo y a uno de sus asistencias, además de un fuerte insulto para describir a Francia.
Ibrahimovic, quien luego se expresó con remordimiento cuando el ministro de Deportes de Francia le conminó a que se disculpara, podrá actuar el sábado en la final de la Copa de la Liga contra Bastia debido a que la sanción entrará en efecto la semana entrante.
Se perderá los partidos ante Nize, Lille, Metz y Nantes y podrá reaparecer para las últimas tres fechas de la temporada.
Aunque el director deportivo del PSG, Olivier Letang, sostuvo que Ibrahimovic no debía ser suspendido porque no se refirió directamente al árbitro, la comisión disciplinaria decidió añadirle tres partidos a una suspensión suspendida que había recibido en enero.
Ibrahimovic, con 102 goles anotados en menos de tres años con el club de la capital, marcó una tripleta en la victoria 4-1 sobre Saint-Etienne en la Copa de Francia a mitad de semana.
También se perderá el choque de ida de la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Barcelona, ya que fue expulsado ante Chelsea en la ronda previa y recibió una suspensión de un partido.
El desplante de Ibrahimovic en Burdeos provocó furor en Francia. Marine Le Pen, la líder del derechista Frente Nacional, le recomendó irse del país si es que no estaba contento.
Perder al sueco socava las ambiciones del PSG, que también tiene a varios titulares en la enfermería. El equipo del técnico Laurent Blanc apunta a un cuarteto de títulos sin precedentes.
Ibrahimovic venía muy entonado, con dos tripletes en tres partidos y 10 goles en sus últimos seis partidos con el club y su selección.
El delantero de 33 años siempre ha sido polémico en su carrera. Luego de su expulsión ante Chelsea, en la primera mitad del partido en Londres el mes pasado, tildó a los jugadores rivales como unos “bebés”.
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