AUGUSTA NATIONAL, EU. Después de tan solo seis vueltas en toda su vida al legendario recorrido de Augusta, el estadounidense Jordan Spieth destrozó un récord para las primeras del Masters, marca establecida en 1976, e igualó los mejores resultados de la historia de los otros tres grandes.
Spieth terminó la segunda jornada con 14 golpes bajo par para un total de 130 golpes y marcó una distancia de cinco golpes con su inmediato perseguidor, el también estadounidense Charley Hoffman.
La joven sensación del golf de 21 años no piensa ceder terreno a sus competidores durante el fin de semana.
“Cualquiera de los que están jugando bien es capaz de hacerse 14 golpes bajo par durante las dos últimas jornadas, y tengo que poder contrarrestarlo jugando mejor que ellos”, dijo Spieth al final de la segunda ronda de la 79a edición del Masters de Augusta.
Un día antes Spieth logró lo impensable. Con la mejor primera ronda en 19 años, el golfista más dominante del momento consiguió desviar la atención, más allá del intento de Rory McIlroy por completar el Grand Slam y el regreso de Tiger Woods.
Spieth está a siete de los ingleses Paul Casey y Justin Rose y del estadounidense Dustin Johnson, que se ha anotado la segunda mejor vuelta del día.
“Jordan ha marcado una distancia suficientemente grande con el resto del grupo”, dijo Tiger Woods sobre la joven promesa, quien parece haber emprendido el camino de su recuperación con una ronda de tres golpes bajo el par.
Después de los primeros dos días han caído varios ganadores de grandes como el alemán Martin Kaymer, que el año pasado protagonizó una hazaña similar a la de Spieth en el Abierto de Estados Unidos.
Tampoco han sobrevivido la mayoría de veteranos como la leyenda estadounidense Tom Watson, que había logrado un resultado heroico de uno bajo par en la primera jornada.
La diferencia de golpes con Spieth va a condicionar la tercera jornada, en la que Tiger Woods y el español Sergio García, que también sufrió durante su vuelta y se encuentra a 12 golpes del líder, saldrán juntos al campo a por todas.
A pesar de la distancia, los veteranos de Augusta saben que la suerte todavía no está echada.
“Aquí hay que esperar, una vez Greg Norman llegó a la última vuelta seis golpes por delante y no ganó”, dijo el argentino Ángel Cabrera, que no ha abandonado aún sus aspiraciones de ponerse su segunda chaqueta verde de ganador del Masters de Augusta