LA HAYA. Bajo el paradigma bélico heredado por el siglo XX pueden resultar incomprensibles las guerras que vienen, o de hecho, que ya están pero que aún presentan un bajo grado de destrucción. Claro, en sentido relativo porque existen gobiernos y empresas privadas que han sufrido enormes pérdidas por sabotajes, pirateo de información o simplemente daños en su imagen.
Resulta fascinante pero al mismo tiempo preocupante que Naciones Unidas aborde ya temas sobre los robots asesinos que bajo su “criterio” decidirán el objetivo de sus ataques sin la intervención humana.
Las redes sociales “fueron un factor crucial” para dar voz a la Primavera Árabe, pero también son una herramienta poderosa en manos del grupo yihadista Estado Islámico para difundir su mensaje de odio y violencia”, alertó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, durante la Conferencia Global sobre Ciberespacio (GCCS) que concluye hoy en La Haya.
Convencida de que las nuevas tecnologías “también tienen un lado oscuro” en este sentido, Mogherini subrayó que los ciberataques afectan a individuos, empresas o gobiernos en todo el mundo”.
“Recientes acontecimientos demuestran cómo los ciberataques impulsan cada vez más guerras asimétricas y conflictos híbridos”, manifestó la jefa de la diplomacia europea, “una tendencia que aumentará a nivel global”, advirtió.
También mostró su preocupación por la creciente dependencia de internet para servicios esenciales como el transporte, la energía o el agua, algo que “nos convierte en vulnerables ante las nuevas formas de ciberterrorismo o ciberespionaje”, dijo.
Mogherini consideró además que ahora es más difícil separar los hechos de la propaganda o identificar una mentira cuando se repite con mucha frecuencia.
“Tenemos que trabajar en estrecha colaboración con los socios internacionales para combatir los riesgos y aprovechar al máximo las nuevas oportunidades”, pues el ciberespacio no conoce fronteras, añadió.
Los peligros no deben eclipsar el enorme potencial de internet, porque “la tecnología puede ser un motor de mejora de las condiciones de vida para las generaciones futuras”, indicó Mogherini.
Para la alta representante, es importante garantizar la protección de los derechos humanos, la libertad de expresión y el derecho a la privacidad.
Asimismo destacó los beneficios económicos y sociales de la era digital y la conectividad entre personas de todo el mundo gracias a las redes sociales.
“Hoy vemos su impacto en casi todos los aspectos de nuestras vidas (…) Internet capacita a los individuos y agentes estatales para bien y para mal”, aseguró. (Con información de EFE)