Encontrar a la pareja adecuada ya no es sólo un asunto del destino, también se ha convertido en una rentable fórmula de negocios que con aplicaciones como Tinder y Bumble pueden llegar a generar para sus creadores multimillonarios ingresos anuales.
La más popular es Tinder, con más de 400 mil usuarios en todo el mundo, y de acuerdo con un análisis de la consultora estadounidense JMP Securities, su crecimiento ha sido tanto que para 2016 podría llegar a valer mil 600 millones de dólares.
Esta app utiliza el GPS del teléfono móvil para encontrar a las personas conectadas -y disponibles para tener una relación o un encuentro casual- que se encuentren más cerca; el usuario da like al perfil de quien le haya parecido interesante y si la otra persona también coincide, pueden empezar a chatear.
Tan rentable ha resultado el negocio, que el pasado 12 de marzo la hasta ahora gratuita Tinder anunció una versión plus de su servicio; esto quiere decir que los usuarios podrán dar sólo un número limitado de “likes” cada 24 horas, el que quiera más deberá asumir un costo.
Estas aplicaciones son una especie de red social en la cual el usuario bien contesta un formulario o una encuesta sobre sus gustos, perfil y preferencias y a partir de sus respuestas, las apps generan algoritmos para conectarlos con personas que pudieran resultar afines.
También está Bumble, una aplicación para encontrar el amor que surgió de una dolorosa decepción amorosa de los creadores de Tinder, cuya co-creadora Whitney Wolfe, demandó a su ahora competencia y exnovio (director de Marketing), después de terminar.
En contra de las acusaciones contra Tinder de que las mujeres se sentían acosadas por otros usuarios, Bumble propone que ahora sean ellas quienes inicien la conversación o chateen en un plazo de 24 horas después de que ambos usuarios se den “like”.
Comments are closed.