El reclutamiento de agentes fronterizos por parte de cárteles y grupos criminales mexicanos parece ser un fenómeno creciente que se extiende hasta corporaciones estadunidenses.
Según el testimonio del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Roth, a cambio de una cuota o incluso favores sexuales, los agentes se dejan corromper.
“Estas organizaciones (cárteles) recurren a la contratación de los empleados del DHS, agentes de la Patrulla Fronteriza y oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza porque pueden facilitarles el contrabando”, señaló el funcionario en el informe que presentó la semana pasada ante representantes de la Cámara.
De acuerdo con la denuncia de Roth, los agentes a lo largo de la frontera reciben sobornos en efectivo, favores sexuales y otro tipo de pagos para dejar pasar contrabando por las zonas de inspección en los cruces fronterizos. El fenómeno se ha medido con un alza en el número de denuncias por corrupción de los agentes fronterizos.
Como ejemplo de esas acciones, el inspector mencionó el caso de un patrullero que ayudó a tres mexicanos a pasar paquetes de droga con un peso de 147 libras (866.6 kilogramos). Tras la investigación sobre su responsabilidad, el agente de se declaró culpable y fue condenado a 60 meses de prisión.
Otro caso similar se reportó el mes pasado, se trata de siete agentes de la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) que reconocieron haber asistido a fiestas en Colombia pagadas por narcos en donde se contrataron prostitutas, esto desde 2001.
Lo expuesto en el Análisis de Mala Conducta en cumplimiento de la Ley Federal del Departamento de Seguridad Nacional de EU, advierte que el modo de corrupción menos obvio resulta cuando los oficiales “filtran” información a los integrantes de los cárteles, lo cual les facilita llevar a cabo sus operaciones sin obstáculos, tal es el caso de datos referentes a la ubicación de unidades fronterizas, códigos de acceso en la frontera, y registros informáticos sobre los aseguramientos de droga.
En su informe, Roth contrapone el hecho de que ante una mayor seguridad, con más personal y herramientas tecnológicas para blindar la frontera, los cárteles mexicanos se han vuelto a operaciones más violentas, peligrosas e inteligentes para consumar el trasiego de droga, e incluso el tráfico de migrantes.
“Los cárteles mexicanos de hoy son más sofisticados y peligrosos que cualquier otra organización criminal. A medida que Estados Unidos tiene mayor seguridad en la frontera con tecnologías exitosas y una mayor dotación de personal para interrumpir las rutas de contrabando y redes, las organizaciones criminales tienden a ser más violentas, peligrosas y más inteligentes”. En ese panorama, advirtió que la corrupción de empleados del DHS resulta un asunto “persistente y sistémico”.
Para la consultora especializada en narcotráfico, Insight Crime, las agencias del DHS no son las únicas que son corrompidas por los cárteles sino también las agencias policiales son susceptibles a ese fenómeno en la zona fronteriza.
Debido a que un caso flagrante de ello resulta lo ocurrido en la unidad antinarcóticos del Departamento del Sheriff del Condado de Hidalgo, cuyo personal incursionó en el robo de droga y dinero proveniente de operativos para después transportarlos en cargamentos de hasta media tonelada a través de Texas.
Renunciará jefa de la DEA
El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, informó que la jefa de la DEA, Michele Leonhart, renunciará en mayo, luego que legisladores estadunidenses –tanto republicanos como demócratas– consignaron que la funcionara no despidió ni castigó a varios agentes que asistieron a “fiestas sexuales” en Colombia pagadas por el crimen organizado.
Al menos siete agentes de la DEA declararon haber asistido entre 12 y 20 “fiestas” en donde se contrataron prostitutas, presuntamente con dinero del narco colombiano desde 2001, según un reporte elaborado por el Departamento de Justicia, publicado en marzo.
En la audiencia con legisladores realizada la semana pasada, Leonhart indicó que no tenía poder para despedir a los agentes, y ni siquiera revocarles su autorización de seguridad dentro de la DEA. Incluso algunos de los agentes involucrados fueron promovidos dentro de la dependencia en los últimos años.
En su defensa, la jefa de la DEA indicó que en 2014, exhortó un mejor comportamiento a los agentes que se encuentran a su cargo, e incluso abstenerse de cometer actos de violencia doméstica, así como de acoso sexual.
Leonhart, que ocupa el cargo al frente de la DEA desde 2007, también sostuvo varias diferencias con el presidente Barack Obama sobre la política del combate a las drogas en ese país.
Pese al comportamiento de sus agentes, Leonhart criticó el uso de la marihuana para uso médico, así como al Departamento de Justicia por no oponerse a la legalización del cannabis en Colorado y Washington para uso recreativo, y a Obama por decir que dicha droga no era más perjudicial que el alcohol.
Eric Holder quien informó sobre la renuncia de la funcionaria, e indicó que “dedicó su vida y su carrera profesional a la defensa de nuestra nación y la protección de nuestros ciudadanos, y por eso, estoy profundamente agradecido”.
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