ROMA. Autoridades italianas conformaron que en el barco pesquero que naufragó en aguas italianas el domingo viajaban 850 inmigrantes y que sólo 28 lograron ser rescatados.

 

Los magistrados han detenido a Mohamed Alí Malek (tunecino de 27 años) y a Mahmud Bikhit (sirio de 25 años) y serán acusados de homicidio culposo debido a que ambos forman parte de las mafias que trasladan a africanos a Europa.

 

Al parecer, Ali Malek se encontraba al frente del timón en el momento en el que un barco portugués, “King Jacob”, se acercó para auxiliar a los inmigrantes. Malek se asustó y para no ser identificado como parte de la mafia dejó el timón a la suerte precipitando la tragedia ya que cientos de inmigrantes corrieron hacia un extremo del barco para recibir auxilio de los portugueses.

 

El suceso se produjo durante la madrugada del domingo, cuando los guardacostas italianos, tras recibir una petición de auxilio, solicitaron al mercante luso que navegaba por la zona que acudiera a socorrer a la embarcación en apuros.

 

A pesar de la presencia del buque no se evitó el desastre y la nave se hundió al parecer cargada de inmigrantes.

 

Los guardacostas italianos informaron de que, por el momento, el número de cadáveres recuperados se sitúa en 24 mientras que los supervivientes son 28 hombres.

 

Nuevos esclavistas del Mediterráneo

 

La fiscalía de Palermo informó sobre la detención del “tesorero” de la organización que se encarga de transportar a inmigrantes africanos a Europa, Nahome Kerebel Gutama a quien se le ha localizado una cuenta bancaria en la que desde mayo a julio de 2014 fueron depositadas grandes sumas de dinero, que según los investigadores corresponden a las tarifas que cobraba la banda.

 

Se tratan de los nuevos esclavistas del siglo XXI. Son ya 15 los arrestados de la lista de 24 órdenes de detención emitidas contra personas de nacionalidad eritrea, etíope, marfileña y ghanesa, que desde varias ciudades italianas mantenían contactos con traficantes en Libia para favorecer la inmigración de sus compatriotas.

 

Las escuchas telefónicas y el material recogido por la Fiscalía de Palermo en los últimos meses en la llamada operación “Galuco II” han permitido reconstruir cómo funcionan los que el primer ministro italiano, Matteo Renzi, definió como “los nuevos esclavistas del Mediterráneo en el siglo XXI”, comparándolos con los que traficaban hace cuatro siglos en las costas africanas.

 

En las interceptaciones, que ha hecho públicas la policía italiana, se les oye reír o vanagloriarse de haber sobrecargado hasta el exceso los barcos de inmigrantes, como el pesquero que se hundió el pasado domingo.

 

“Me dicen que lleno demasiado los barcos, pero…si son ellos los que quieren zarpar”, se oye decir entre risas a Mered Medhane, un eritreo que desde Libia habla con sus contactos en Italia y que no ha podido ser detenido.

 

Al otro lado del teléfono se encuentra Asghedom Ghermay, etíope y que paradójicamente llegó en 2009 en una de estas barcos pesquerios pagando cifras astronómicas a los traficantes y ahora ha pasado a ser uno de ellos sin ningún remordimiento.

 

Ghermay, que fue acogido en Italia como refugiado, asegura al teléfono que tiene en su casa “hasta 117 inmigrantes”, que ante la falta de espacio “duermen de pie”.

 

Los fiscales de Palermo no excluyen que Ghermay y sus socios en Libia fueran los encargados de organizar el pesquero que acabó hundiéndose a pocas millas de Lampedusa el 3 de octubre de 2013 y que costó la vida a 366 inmigrantes.

 

El fiscal de Palermo explicó además que la banda cobraba hasta cinco mil euros (alrededor de 85 mil pesos) por llevar a los inmigrantes desde su país de origen a Libia, otros mil 500 euros (25,500 pesos) por la travesía a Italia y posteriormente unos 400 euros (6,800 pesos) a los emisarios en este país, a los que se añadían otros mil 500 euros si se quería llegar al norte de Europa.

 

Por una barcaza con cerca 200 personas a bordo, cada miembro de esta red conseguía hasta 80 mil euros (un millón 360 mil pesos).

 

Ayer, la Guardia Costera italiana informó del rescate de 446 inmigrantes que viajaban en un pesquero a 80 millas de las costas de Calabria y que en el momento del avistamiento corría el riesgo de hundirse.

 

En un comunicado, los guardacostas explicaron que los inmigrantes, entre ellos 59 niños y 95 mujeres, se encuentran bien y han sido trasladados a una embarcación de la Marina italiana que les llevará a un puerto aún por asignar.

 

Cada dos minutos, durante el 2015, muere un inmigrante en el Mediterráneo.