Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), afirmó que en este momento no hay evidencia de presiones inflacionarias en el país que justifique un incremento en las tasas de interés.

 

“Necesitamos tener evidencias de presiones inflacionarias, lo cual no ocurre. La economía mexicana mantiene sus actuales tasas de interés, y si el entorno externo recomendara mayores tasas de interés se puede presionar tipo de cambio y haber un impacto inflacionario, por eso tenemos que estar haciendo ese balance entre fuerzas internas y externas”, precisó Carstens en entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula.

 

Banxico mantiene su tasa de interés de referencia en un nivel históricamente bajo, de un 3.0 por ciento. La entidad hará su próximo anuncio de decisión de política monetaria el 30 de abril.

 

Carstens gregó que la depreciación del peso mexicano en medio de la expectativa de un incremento de las tasas de interés en Estados Unidos y una caída en los precios del petróleo no se ha transferido a los precios. “Eso no lo hemos visto, el tipo de cambio no se ha traspasado a precios, ahora estamos con una inflación cercana al 3.0 por ciento”, detalló.

 

“Necesitamos tener evidencia de que nos está generando más presiones inflacionarias (…) eso no está ocurriendo hoy”, destacó.

 

El funcionario dijo que las autoridades monetarias han puesto en marcha mecanismos para inyectar liquidez al mercado cambiario en lapsos de fuerte volatilidad, los cuales se podrían reforzar hacia adelante en caso de ser necesario.

 

El peso mexicano acumuló una depreciación del 3.52 por ciento en los primeros tres meses del año, tras caer un 9.8 por ciento en el último trimestre del 2014.

 

Reiteró que México está preparado para enfrentar la volatilidad del tipo de cambio “y lo que hemos hecho es que hemos dado espacio en el ámbito de tasas de interés históricamente bajas, con inflación bajo control y por otro lado tenemos 195 mil millones de reservas línea crédito del Fondo Monetario Internacional de 75 mil millones de dólares”.

 

Agustín Cartens indicó que el tipo de cambio realmente ha tenido una tendencia a la depreciación pues el dólar se encuentra entre 14.80 15.50 y para eso la Comisión de Cambios y la Secretaría de Hacienda ha instrumentado mecanismos de liquidez.

 

“Se busca limitar la volatilidad, eso lo vamos a seguir haciendo reforzar hacia adelante si la circunstancia lo requiere, el término de tsunami es correcto, es el hecho de que no nada más es un efecto que sufre el peso, la apreciación del dólar es contra todas las divisas”, indicó.

 

Explicó que el tipo cambio es flexible y se tiene que ajustar a las condiciones del mercado, aunque admitió que no es buena la alza porque afecta expectativas de inflación y se pueden pasar a mayores precios, pero “eso no lo hemos visto”.

 

Indicó que el tipo de cambio no se ha traspasado a precios y que se mantiene la expectativa de inflación al tres por ciento y reiteró que no han salido muchos dólares del país.

 

“El Banco de México tiene un mandato único es mantener la inflación baja y estable la última cifra de es de 3.14 por ciento, mañana se dará a conocer la siguiente y las expectativas de analistas están estables para este año convergiendo al 3 por ciento”.

 

Sobre la economía mundial y en el marco de la reunión de primavera del comité del Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que “hay un poco de más optimismo sobre todo porque la recuperación en Estados Unidos parece ser que viene más consolidada al grado de que ya el propio Banco Central está contemplando aumentar las tasas de interés, no nos dijeron cuando, pero se perfila medida de política”.

 

Mientras que en Europa las cosas también se perfilan mejor por las acciones del Banco Central Europeo y aunque no es el nivel de crecimiento mundial como el que se tenía hace algunos años antes de la crisis, hay percepción más favorable.  DM