Aunque la participación de las mujeres en la fuerza laboral de 1990 a 2013 en América Latina pasó de 40% a 54%, más de la mitad de los empleos son informales, reportó ONU Mujeres.
En su informe “El progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016: transformar las economías para realizar los derechos”, ONU Mujeres señala que 59% del trabajo de las mujeres en la región es informal.
Esto lleva, dice el documento, a que los empleos para ellas sean de mala calidad y con bajos salarios, como en el caso del trabajo doméstico que generalmente es informal y no está adecuadamente protegido por la legislación laboral.
“Las economías han fallado en garantizarles a las mujeres su empoderamiento y el pleno ejercicio de sus derechos económicos y sociales, tanto en países ricos como en países pobres”, señala el documento.
En México, el trabajo doméstico representa el 20% del PIB, siendo mayoría las ocupadas mujeres, lo cual limita su acceso a la seguridad social.
El informe detectó que las mujeres latinoamericanas son más vulnerables a la inseguridad económica y la dependencia financiera, esto porque sólo el 29% de ellas carecía de medios para ingresos propios.