KATMANDÚ. El primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, anunció hoy tres días de luto por el terremoto que asoló el país asiático y agradeció la ayuda internacional que está recibiendo su país, aunque no ofreció cifras de víctimas.
Koirala dijo en una comparecencia en Katmandú que las banderas ondearán a media asta durante estos tres días de duelo a partir de hoy, sin mencionar la cifra oficial de más de 5,000 muertos ni que el balance real podría ser de 10,000 fallecidos, como señalaron las últimas informaciones ofrecidas hoy.
El jefe del gobierno afirmó que todos los recursos públicos y privados del país están movilizados para ayudar a los damnificados por el seísmo de 7.8 grados en la escala de Richter que asoló la nación del Himalaya.
«La primera responsabilidad del Gobierno es mantener a la gente segura», aseguró el primer ministro, aunque reconoció que «tenemos recursos limitados y los estamos movilizando lo mejor que podemos».
«Estamos intentando hacer lo necesario aunque hay muchos fallos mientras lo hacemos«, agregó.
El primer ministro se comprometió a reparar las infraestructuras afectadas y a reconstruir los edificios de interés histórico y religioso, a la que vez que agradeció el apoyo de países cercanos como la India, China, Bután, Sri Lanka y Pakistán.
Koirala expresó también su agradecimiento a más de una quincena de países, a Naciones Unidas, el Banco Mundial y otros organismos que anunciaron su apoyo a Nepal, algo que «nos ha dado confianza».
El número de muertos por el terremoto alcanzó hoy 5,057 y el de heridos 10,915, mientras la cifra de desplazados internos se situó en más de 450,000 personas, según el último recuento ofrecidos por el Ministerio del Interior.
Las labores de rescate continúan dificultadas por el mal tiempo y por las carencias del país asiático para responder a un desastre de tal magnitud, mientras se agota el tiempo para encontrar supervivientes entre los escombros. DM